viernes, 30 de marzo de 2012

A San Cristóbal cumpleañera en sus 451 años de fundada







A San Cristóbal cumpleañera, en sus 451 años de fundada

Pablo Mora

Tierra hecha luz para fijar sendero desde el hondón del pedestal andino. Regazo de emoción al peregrino bajo la mar brumosa del lucero. Manojo en flor. Alforja y alfarero para el tenaz troquel de su destino. Gruta de luz. Verdor azul marino. Colina de esperanza, aljibe, alero. Semilla germinada en la espesura del surco campesino. Pentagrama vegetal entre notas de blancura, donde se funde en musical proclama el himno esplendoroso de su altura fraguado por su fértil panorama.

Emporio palpitante de hidalguía. Fecunda espiga de raigambre hispana. Azul recodo que el amor hermana en cauces de sonora poesía. San Cristóbal de bruma y serranía para colmar de envidia la sabana, la del frondoso valle que desgrana el manantial lunar de su alegría. Suelo apacible de risueño cielo para enjugar el llanto de la brisa. Comarca para el temple del anhelo donde el afán humano se desliza y se trueca el amor por el desvelo. Ciudad que con los siglos se eterniza.

Gallardo surtidor. Altiva antena erguida en el temblor de su paisaje. Esparta por la espada y el coraje con sangre de martirio entre su vena. Marcial campana. Índice que ordena campañas Admirables en su viaje para rasgar la noche del ultraje cuando la patria en gritos se encadena. Al irrumpir tu aurora a ras del día entras en el estruendo de la historia por trochas de tambor en rebeldía. Y vibra en el clarín de tu victoria el numen de tu fresca bizarría por los cálidos aires de la gloria.

Yo sólo sé que soy de tu montaña. De donde son las rocas, los caminos. De donde ruge por la noche el frío sobre escarcha de musgo y de neblina. De donde brota el aire, mensajero del manantial dormido en la espesura. De donde traza surcos el arado hasta llegar al corazón del hombre. De donde brama, monstruo de la noche, y estalla de furor entre las cumbres la tormenta feroz del ventisquero. Pariente de estos seres diluviales, también el hombre en las alturas mora. Yo solamente soy de tu montaña.

Aire de abril para mi luz andina, para mi cafetal, para mi aldea, florida de tristeza y conticinio, de soledad, de musgo y de vereda. Abril, amor, para el tejado azul, para el zaguán también adormecido de esperar tu presencia azul marina y las fugas de amor en primavera. Desde niño anhelaba tu color: el de mi cerro y mi colina azul, cabalgando risueño por el cielo. Aire de abril, amor, para la lluvia, trenzada de neblina aquí en mi aldea. Abril por fin para nacer contigo.

Manuel Felipe, ya nadie apacienta ningún sueño detrás de los rebaños; los viejos cántaros nos son extraños así el crisol del horno los presienta. La neblina quizás apenas sienta la ausencia de los sueños aledaños y en el rojizo almendro de tus años tal vez ningún turpial ya ni se asienta. Tal es el precio de la vida, hermano: echar un barquichuelo en la quebrada, echarlo de mañana, bien temprano, luego irse con la tarde alucinada y estarse con la luna de la mano para caer en cuenta de la nada.

pablumbre@hotmail.com

lunes, 26 de marzo de 2012

La poesía es un destino






La poesía es un destino

Pablo Mora




Más que una vocación, la poesía es un destino. En ella se encuentra un cincuenta o sesenta por ciento de oficio, de rigor, de disciplina. Un poeta es una gente “descarnada”, es decir, una persona que va por el mundo sin piel, con la carne viva. Por lo tanto, las cosas que suceden le afectan más que a otros. No tiene nada que lo cubra, que lo proteja, y entonces, como respuesta a la vida, se da a la poesía. Un ejercicio impúdico, en el que el hombre se tiene que desnudar para escribir. Darse totalmente en cuerpo y alma. Hay que tener el oído bien despierto, alerta los ojos y toda la piel al descubierto. El instante en que usted escribe es de verdadera comunión con las personas y con la vida. Hasta con los muebles y las cosas. Escribir es el verdadero sentido de la vida. La poesía es liberadora. Sobre todo de las tensiones humanas. Creo que uno es como una caldera que está ardiendo y que va aumentando la presión cotidianamente, hasta que explota o hasta que se le abren las válvulas. La poesía es una de las válvulas que tenemos para liberar la caldera de la presión que vivimos, tanto de la alegría como del dolor. Las palabras llegan. ¡Ellas llegan! ¡Muchas veces ellas llegan aunque no las llame, pero me doy cuenta al momento de escribir! (Jaime Sabines)



La poesía es una reflexión de la vida real. Es como un artículo en un periódico, una observación de lo que se vive en el mundo. Y algunos de mis poemas vienen de esa melancolía por el paraíso perdido y la tragedia de la guerra. La poesía es también un grito del corazón. (Indran Amirthanayagam). La poesía es la memoria de los pueblos y la gran fabricante de fantasmas. (Octavio Paz).
Aplastado por el cosmos, el hombre se yergue y lo desafía, el poeta desafía al universo. Por la poesía se iguala o supera al cosmos. La poesía es revelación, es vida en esencia, es el universo que se pone de pie. En realidad, la poesía nos hace ver todo como nuevo, como recién nacido, porque ella es descubrimiento, iluminación del mundo. Cuando sentimos que nos salen alas en la garganta y que todo nuestro cuerpo tiembla, estamos en presencia de la poesía. La poesía da vida a la muerte y más vida a la vida. La poesía es la vida de la vida, por eso podemos decir que es el juego de la vida y de la muerte. La poesía siente más que nada el destino del hombre, y cuando creéis que está cantando, ella está llorando la libertad que es el paraíso perdido o, mejor dicho, el paraíso nunca hallado del ser humano. (Vicente Huidobro).



La poesía es resistencia frente a un mundo que se vuelve cada vez más cruel, cada vez más terrible, deshumanizante, porque todo lo que pasa no está fuera de lo humano, y creo que la palabra es una forma de resistencia muy clara frente a todo esto. Lo extraordinario es cómo la poesía pese a todo, a las catástrofes de todo tipo, humanas, naturales, viene del fondo de los siglos y sigue existiendo. Ese es un gran consuelo para mí. Va a seguir existiendo hasta que el mundo se acabe si es que se acaba alguna vez. (Juan Gelman).

domingo, 25 de marzo de 2012

Cuba sigue andando









Cuba sigue andando


Pablo Mora



Reivindicando la memoria del Apóstol José Martí, el 26 de Julio de 1953 sigue andando. La Revolución, fincada en la concepción independentista de Martí, ha ido yendo, mirando lejos y actuando en consecuencia, puesto que un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército. El verdadero hombre, el verdadero pueblo, no miran de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber, de qué lado el devenir de la utopía, es decir, del sueño. De este modo, la Revolución Cubana ha despertado la conciencia latinoamericana y la del mundo, ha enseñado a ver, a pulsar las grandes injusticias, los grandes ideales, a considerar las grandes patrañas o mentiras.

A punta de limpia resistencia, Cuba ha sido capaz de vencer el bloqueo genocida y la guerra económica a partir del histórico aldabonazo de aquella célebre mañana de Santa Ana, con el asalto al Moncada. A pesar de que el oportunismo imperial pretendió propinar el golpe de gracia a la Revolución, apoyado en su rapaz legislación, luego del derrumbe del campo socialista en Europa y la desintegración de la URSS, Cuba, faro que traza porvenires, profundizó aceleradamente los conocimientos, la cultura general y la conciencia pública de puertas adentro y de cara al mundo, siendo su mayor aporte a la humanidad su propia Revolución, claro ejemplo de defensa de los valores humanos para los seres más humildes en su justiciero afán de libertad.

Cuba ha confirmado, desde estas tempestades del Caribe, entre la furia del viento y del mar, que sabe que es posible soñar, que el sueño forma parte de nuestra realidad tropical, consecuencia legítima de la genuina utopía concreta. En su permanente defensa de la cubanía, enarbola, profundiza y perfecciona el respeto y la comunicación con el pueblo de modo participativo, la convicción de que la transformación social radica en la capacidad del hombre para transformarse a sí mismo, transformando su entorno.

Su continua solidaridad mundial es más que ejemplar. Incontables las tierras adonde los cubanos a tiempo han acudido a hacerle frente a una peste, un huracán, un terremoto, un agravio, una sinrazón, una agresión, un abuso, una usurpación. Viet Nam, el Congo, Bolivia, Mozambique, Tanzania, Armenia, Angola, Nicaragua, Granada, Zimbabwe, Gambia, Nigeria, nuestro Vargas, bien lo saben.

La alfabetización abrió su desarrollo cultural. Allí, cultura y nación forman binomio indisoluble. Su ámbito artístico revela el mundo mágico latente en su cotidianidad. La tradición popular refleja su acendrado mestizaje sustancial. El milagro de la isla delata su destino proyectado hacia la futuridad. Totales los vínculos con los sueños amerindios, con la dimensión humana de nuestra (su) espiritualidad. De amanecer a amanecer, Cuba investiga, crea, produce, absorbe lo mejor, mientras, en esperanza abierta, defiende sus conquistas, sus sueños e ideales.


Que sea Frei Betto quien concluya este apunte: “Hablar de Cuba, hablar de Fidel, es hablar de cómo vamos a ayudar a este país, a reinventar el socialismo, después del desplome del Muro de Berlín, de la Unión Soviética, después de los caminos muy raros que China ha abrazado. Lo que se plantea para nosotros, es cómo reinventar el socialismo. En el sentido de que el socialismo, antes que ser un proyecto de desarrollo, tiene que ser un proyecto de humanidad, de civilización, de virtudes humanas. Creo que Fidel se ha adelantado en la historia. Va a ser siempre una persona que va a servir de ejemplo, como el Che, que ha dado su vida por los más pobres. Estaba ya en el poder, podría haberse quedado tranquilo, pero ha abierto mano de todas sus funciones y privilegios, para de nuevo empezar desde cero como un hombre clandestino primero en el Congo y después en la selva de Bolivia, para servir a la liberación de Bolivia y de América Latina.

Me explico mejor. Yo creo que uno de los errores de la revolución soviética, fue cambiar el sistema, sin cambiar el modelo. El modelo soviético, era un modelo zarista. Los carruajes del zar, fueron sustituidos por los coches lujosos del Kremlin. Y la nomenclatura era como la corte. Entonces, lamentablemente, ésta es una tendencia que hay en la historia, que cuando un grupo llega al poder, como ha pasado en la Revolución Francesa y en otros lugares, tiene la tendencia de mimetizar a su antecesor, con nuevo lenguaje, nuevas intenciones, pero las estructuras básicas son los restos políticos, la reproducción de su antecesor. En Cuba no hubo esto. Cuba pudo crear una revolución original, que mantuvo incluso la religiosidad de su pueblo.

Acá no hubo una represión a la religión por ser religión. Siempre hay un respeto al sincretismo religioso cubano, que es muy parecido con el que hay en Brasil, sobre todo en Bahía. Toda la vena poética, musical, humorística de la cubanidad, todo eso ha sido valorado por la revolución. Eso explica por qué, a pesar de todas las presiones y dificultades, Cuba queda como un ejemplo. A pesar de que hoy Cuba es una cuádruple isla: una isla geográfica, una isla por ser el único país socialista de Occidente, una isla por estar bloqueada por los EE.UU., y una isla por tener un modelo de sociedad que al mismo tiempo es único, y es solidario con todos los pobres del mundo. Cuba tiene maestros y médicos en más de 40 países del mundo. Creo que esto crea un ejemplo y una esperanza para nosotros, que queremos construir un nuevo proyecto civilizatorio.”

pablumbre@hotmail.com

sábado, 24 de marzo de 2012

Fidel y la Religión






Fidel y la Religión

Pablo Mora


En 1985 comenzó un famoso diálogo entre Fidel Castro y el fraile dominico Frei Betto, que aparecería en el antológico Fidel y la Religión, “un libro que tuvo un impacto muy fuerte porque quitó el prejuicio de los comunistas y el miedo de los cristianos, creó puentes en dos orillas de un mismo río”, diría Betto. La primera vez que un líder comunista en el poder hablaba positivamente de la religión, frente a unos planteamientos provocativos. Fidel Castro ofrece revelaciones sobre su formación personal y discute con sinceridad su visión sobre la religión. El resultado fue una extraordinaria reconciliación entre religión y revolución. Fidel señala: “Hay 10.000 veces más coincidencias entre el cristianismo y el comunismo que entre el cristianismo y el capitalismo”. Y Frei Betto coincide en que “las sociedades socialistas que crean mejores condiciones de vida para su gente están inconscientemente cumpliendo con lo que nosotros, hombres de fe, consideramos el proyecto histórico de Dios”.
En ocasión del segundo viaje del Papa Benedicto XVI a América Latina, a México y Cuba, reproducimos algunos momentos del diálogo entre Fidel Castro y Frei Betto, en l985. Allí está la carta de libertad de la religión en el socialismo cubano, admitiéndose que ésta también puede contribuir a cambiar la realidad, revolucionar un país, derribar la opresión e implantar la justicia. Lo cual hace afirmar a Frei Betto: “Lo que falta a los obispos cubanos es una teología que les permita entender el socialismo como una etapa imprescindible en el camino hacia el Reino de Dios”.
“En Medellín, en 1968, empezaron muchos cambios en la Iglesia en nuestro continente; la Iglesia se acercó más a los pobres… y yo acostumbro a decir que más que lo que la Iglesia hizo en opción por los pobres, por fuerza de la represión, los pobres hicieron opción por la Iglesia, o sea, buscaron en la Iglesia un espacio para mantenerse organizados, articulados, conscientes y actuantes”. (Frei Betto) “Tú expresas realmente con mucha belleza que los pobres invadieron la Iglesia. Yo creo que el dolor de los pobres invadió la Iglesia, la tragedia inenarrable de esas masas invadió la Iglesia. Creo que el grito de dolor llegó a la Iglesia, llegó, sobre todo, a los pastores que estaban más cerca del rebaño, que podían oír más de cerca sus gritos, sus dolores, sus sufrimientos”. (Fidel Castro)
“Usted dijo una vez que quien se distancia de los pobres se distancia de Cristo. No sé si usted, posiblemente, tenía conciencia de que esta frase no solamente es una frase muy famosa, yo diría que es el fundamento de toda la Teología de la Liberación. Mas, en esta frase, usted coincidió con una frase de Juan Pablo II en su encíclica Laborem Exercens, que trata del trabajo humano, en que reafirma que la fidelidad de la Iglesia a Cristo se verifica por su compromiso con los pobres”. (Frei Betto) “… En una ocasión, efectivamente, dije una frase que puedo reiterar hoy, ésa que tú mencionaste: quien traiciona al pobre, traiciona a Cristo… Siempre hicimos lo posible para que no se pudiera desarrollar ningún sentimiento antirreligioso en la Revolución, por una cuestión de principios, por respeto a las creencias y porque son realidades las religiones y los sentimientos religiosos.” (Fidel Castro).

jueves, 22 de marzo de 2012

Yo no sé qué es la poesía









Acuso recibo trabajo sobre la poesía‏

Ibar Varas






Estimado Pablo : Te felicito una vez más. Me alegra que tu trabajo poético llegue a tantos ojos y potreros donde tu palabra puede pastar y reverdecer sin necesidad de llamar a la primavera. Yo no sé qué es la poesía, solo me limito a escuchar su voz que me estremece como si besara todo mi ser. Esa voz yo la trasmito. Creo que siempre nos falta buen oído aunque la emoción nos ponga al borde del llanto cuando escucho el Quinteto en Do Mayor de Schubert o la Sèptima, la Quinta Sinfonía y otras maravillas de Beethoven. A mí las palabras me despiertan a veces y tengo que levantarme para escribir lo que escucho en la soledad y el silencio del mundo. También se me anticipan y yo no sé si está bien que coloque una palabra aquí o allá o si lo que digo tiene significado. No importa, la poesía no es una teoría del conocimiento ni una variante del psicoanálisis para que alguien que nos lea constate nuestro estado de salud mental. La poesía es el pan que compartimos, el vino que nos vuelve transparentes, el crepúsculo que lucha por ser eterno, el relámpago que ilumina el sendero y nos evita caer en la soledad, es la bala contra el silencio, la puerta que detiene la nevazón, el alerce que vive millares de años para constatar cuan precarios son los arreos con que los átomos nos designan. La poesía altera el lenguaje, lo vuelve transparente, pero su afán no es convertir al lenguaje en el ser mismo de la poesía, como en filosofía pensaban los filósofos del lenguaje. La poesía torna alegre el trabajo y nos concede la vida eterna cuando nuestros ojos se reflejan en otros ojos y a ese pasmo y estremecimiento lo llamamos amor. La poesía es una acto de amor



En el Día Mundial de la Poesía
Invocación a la poesía
Pablo Mora
pablumbre@hotmail.com





ANCHA SOLEDAD de los desiertos. Sol en los tejados. Silenciosa frescura del aljibe. Vellón azul rondando por el aire. Voz en alta llamarada. Milagro para el rayo en muerte de la guerra. Canto de la brisa, el sol y las quebradas. Amor que no puede caminar como una hoja.
Una hoja entre el viento que camina o un camino entre el vientre de la hoja que se va. Hoja y camino. Camino caminando con el viento. Incógnita en el tiempo. Una pregunta en pie para los hombres. Colina para otear a Dios. Hondonada para hallar la luz. La cresta de un lucero, por el postigo corazón mirando.
Susurro de los árboles, tu sueño. Tu corazón, del tamaño del mar que conocemos. Tu cabellera, los ríos, las quebradas, los riachuelos. Diminuta, te escondes en los sauces que duermen a los lagos, en los cipreses de la tumba ajena, en los aljibes de las casas solas; en los zaguanes del amor del viento o en las pestañas de la madre pobre.
Hojarasca entre la noche de los pájaros. Tronco fatigado por el tiempo y la tormenta. Latido de fogata crepitando entre la fronda.
Lumbre y mujer para la misma sombra. Sueño y silbido para el mismo abismo. Amanecer y tarde florecidos, floreciendo en las sienes de la flora. Lucero y arrebol, azules horas. Cocuyo entre rastrojos vespertinos, iluminando el resplandor tardío, las noches de vigilia arrobadora.
Júbilo, alumbramiento, bienvenida. Ara en fulgor para el altar del tiempo, para elevar el corazón festivo. Trino con que cantamos a la vida, cuando la suerte nos ofrece el huerto para sembrar de estrellas el camino.
El pan, el oro, la solemne sombra en esplendor divino, la alegría. Infancia en llama, en canto, en lejanía que el transparente corazón la nombra. La soledad que en la vereda asombra al trigo, al viento, al lirio en noche fría. Ardiente claridad la poesía que el huracán del corazón alfombra.
Encanto de la luz, la Navidad que alumbra el triunfo matinal del hombre y el silencioso arroyo del deseo. En glorias del amor, la huracandad con que la brisa de la luna asombre la encantadora música de Orfeo.
Conoces nuestra locura como nadie más conoce. Nos visitas muy de madrugada o cuando cae el sol sobre el tejado. Contigo "supimos los misterios de las cosas como si fuéramos espías de los dioses". Sus secretos descubrimos.
Conoces todas las nieves, todos los riscos, todos los gestos de los hombres, todo el espesor del viento, la justa medida de la espera junto a la luz total de nuestras cosas. Fabricas los sueños del jardín. Doblegas la furia de la guerra. En cada atrinchera nos proteges; nos cubres en cada retirada y avanzas con nosotros, la primera.
Has asistido a mil batallas y tienes otras mil por combatir. Ilesa saldrás en cada portachuelo. Ninguna polvareda nublará tu paso, menos las luces de tus blancos senos.
Mientras seamos capaces de asistir a un terremoto sobre un rayo de luna o a una tempestad en una gota de sol, crecerá tu sombra, Hilandera Majestuosa, la de todos los hilos de los sueños.
Desde los Decretos de Belén y de la Sala de Actos del Smolni, con el mundo entero por testigo, tranquilidad no del orden existente, sino la de un orden nuevo, en busca de una humanidad nueva.
La de elevar al hombre nuestro sueño.
La de tan amarte y tan morirte, P A Z.

Pablo Mora
pablumbre@hotmail.com



http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/mora_pablo/invocacion_a_la-poesia.htm

Balada de Hans y Jenny





Balada de Hans y Jenny

Verdaderamente, nunca fue tan claro el amor como cuando Hans Christian Andersen amó a Jenny Lind, el Ruiseñor de Suecia.

Hans y Jenny eran soñadores y hermosos, y su amor compartían como dos colegiales comparten sus almendras.

Amar a Jenny era como ir comiéndose una manzana bajo la lluvia. Era estar en el campo y descubrir que hoy amanecieron maduras las cerezas.

Hans solía contarle fantásticas historias del tiempo en que los témpanos eran los grandes osos del mar. Y cuando venía la primavera, él le cubría con silvestres tusílagos las trenzas.

La mirada de Jenny poblaba de dominicales colores el paisaje. Bien pudo Jenny Lind haber nacido en una caja de acuarelas.

Hans tenía una caja de música en el corazón, y una pipa de espuma que Jenny le diera.

A veces los dos salían de viaje por rumbos distintos. Pero seguían amándose en el encuentro de las cosas menudas de la tierra.

Por ejemplo, Hans reconocía y amaba a Jenny en la transparencia de las fuentes y en la mirada de los niños y en las hojas secas.

Jenny reconocía y amaba a Hans en las barbas de los mendigos y en el perfume del pan tierno y en las más humildes monedas.

Porque el amor de Hans y Jenny era íntimo y dulce como el primer día de invierno en la escuela.
Jenny cantaba las antiguas baladas nórdicas con infinita tristeza.

Una vez la escucharon unos estudiantes americanos, y por la noche todos lloraron de ternura sobre un mapa de Suecia.Y es que cuando Jenny cantaba, era el amor de Hans lo que cantaba en ella.

Una vez hizo Hans un largo viaje y a los cinco años estuvo de vuelta.

Y fue a ver a Jenny y la encontró sentada, juntas las manos, en la actitud tranquila de una muchacha ciega.

Jenny estaba casada y tenía dos niños sencillamente hermosos como ella.

Pero Hans siguió amándola hasta la muerte, en su pipa de espuma y en la llegada del otoño y en el color de las frambuesas.

Y siguió Jenny amando a Hans en los ojos de los mendigos y en las más humildes monedas.

Porque verdaderamente, nunca fue tan hermoso el amor como cuando Hans Christian Andersen amó a Jenny Lind, el Ruiseñor de Suecia.

(Aquiles Nazoa)

miércoles, 21 de marzo de 2012

PENUMBRA









PENUMBRA


De un tiempo acá las noches no son mías,

las aspas del insomnio se han varado,

porque un lúgubre viento huracanado

me dejó solamente con mis días.

De tarde en tarde van mis rebeldías

tras el antiguo puño alucinado,

donde siempre sus furias han anclado,

y en alto empuñan nuevas acedías.

Del brazo del amor que la convida,

por calzadas de gritos en penumbra,

huérfana de la noche va mi vida

tras un amanecer que al fin alumbra

un día con la noche esclarecida

de azul mañana que la fe vislumbra.



Pablo Mora

De: "Almácigo 2"

OTRO VIAJE







OTRO VIAJE


Ya en los campos de Jaén,
amanece. Corre el tren
por sus brillantes rieles,
devorando matorrales,
alcaceles,
terraplenes, pedregales,
olivares, caseríos,
praderas y cardizales,
montes y valles sombríos.
Tras la turbia ventanilla,
pasa la devanadera
del campo de primavera.
La luz en el techo brilla
de mi vagón de tercera.
Entre nubarrones blancos,
oro y grana;
la niebla de la mañana
huyendo por los barrancos.
¡Este insomne sueño mío!
¡Este frío
de un amanecer en vela!...
Resonante,
jadeante,
marcha el tren. El campo vuela.
Enfrente de mí, un señor
sobre su manta dormido;
un fraile y un cazador
—el perro a sus pies tendido—.
Yo contemplo mi equipaje,
mi viejo saco de cuero;
y recuerdo otro viaje
hacia las tierras del Duero.
Otro viaje de ayer
por la tierra castellana,
—¡pinos del amanecer
entre Almazán y Quintana!—
¡Y alegría
de un viajar en compañía!
¡Y la unión
que ha roto la muerte un día!
¡Mano fría
que aprietas mi corazón!
Tren camina, silba, humea,
acarrea
tu ejército de vagones,
ajetrea
maletas y corazones.
Soledad,
sequedad.
Tan pobre me estoy quedando,
que ya ni siquiera estoy
conmigo, ni sé si voy
conmigo a solas viajando.


ANTONIO MACHADO

martes, 20 de marzo de 2012

larga sombra de cópula y prodigio












larga sombra de cópula y prodigio

Pablo Mora


Día Mundial de la Poesía




rosa del mar al pie de la tormenta en la rosada desnudez del alba en las manos del mar silencio alado la engendra el mar la arena su oleaje la sombra primigenia de la luna los zumbidos del alba la interrogan la tarde el sol la lluvia las albadas la insomne playa el cielo la locura la piedra junto al mar de queja asombra cavila el mar como la ola empina de pronto al mar cobija y oye al mar camino de las alas de la noche en ella cabe el mar en piedra viva en noche en cielo en tierra en sueño en sombra



claridades de sombra opalescente sueño desenterrado lacerado flor reseca enroscada retorcida personificación reflejo altivo jadeo de mujer sobre la arena benigna resistencia de las cosas implacable sonrojo de las venas la perenne cuestión de los modales profunda y antiquísima visión soplo oleaje vela azul tormenta azul enrojecido amoratado el gris vagando en las colinas pardas los colores los sueños visionarios aconteceres del alucinado

un pedazo de pan para los pájaros un alarido entre la guerra la imagen vegetal de la lechuga un alpargata recibiendo sol gota de lluvia roedura ajada la sílaba final del viento errabundaje vuelo trashumancia mientras murmura alrededor la noche en la punta del tiempo navegando justa medida del asombro humano sed de viento de pan de sombra y huella manera de sentir junto a los otros para sacar la flor de las cenizas la eternidad en sol andando raza que canta en la tormenta yunque espiritual en la refriega vino legítimo del sueño en armas lumbre fulgor verdad nostalgia cósmica un eco colectivo corregido ágora del delirio y la tragedia secreto en flor lugar del alumbraje

la fundación universal del ser el hombre ante el espejo de su sombra retrato del mundo y sus costumbres algo visión fidelidad relámpago milagro de la vida compartida íngrima huella hembra deslumbrante no le conocemos longitud altura ciclo molecular peso específico mas le conocemos su sabor exacto es un sabor a trigo a leche y miel a rosas a durazno que como un corazón recién nacido palpita entre los dedos de las hojas por su sola dulzura sostenido

rasgón terrazgo espada triza cópula ramaje ramazón o ramalazo las palabras compiten y complotan capaces de recuperar al hombre o de inventar al sol o al propio vino se levantan temprano con el alba

mantiene abierta la palabra al hombre cabalga que cabalga en las tinieblas relumbra vela brilla resplandece para que el canto siempre permanezca viene del fondo de los siglos sigue vuelve como la aurora y el ocaso sabe de noche sabe de alborada del sagrado silencio de las piedras del lugar en que el grito nos religa las cosas no sabrán cuando ella parta

el modo en que amanecen hombre y agua la imagen intrincada de los sueños manera de llevar a pelo el día sed de sal sol de abrazo noche vuelo desnuda yegua para amanecerla hasta la última siembra última lumbre hasta la última lucha última milla hasta el último jadeo segundo esperanza de fe plenificada furiosa tempestad de noche y día es la arena enredada entre las olas el mar que se desborda sobre el risco feliz morada del soñar antiguo sobre el azul espejo de las aguas es la mirada de la noche en vela el paso de los duendes sobre el mar el relente susurro de los árboles la sal la espuma el sol la madrugada


breve lechuza ardiente lujuriosa
sorpresivamente alada
reciamente atuendo
oscuramente lumbre
súbitamente viva
humanamente cierta
airadamente tierna
nocturnamente yendo
desnuda levedad a ras de suelo


jaula de cristal hembra jadeante jirón de prado nube pura sol y casa y universo y clarinada jovial esencia hendiduras configuración del inacabamiento ruptura momentánea fluir inagotable del murmullo fraternas potestades del asombro

contra la sed y el hambre sobre el puente contra todo forma de vida asombro deshojado sueño de la piedra piedra de los sueños fecunda entraña de la luz andadura pasturanza festín de sombra y llama plato de aromada miel idilio diosa aparejada milagro del insomnio desatado en la nochumbre a vista del rocío amanecido blanca palomica en soledad herida en uno de los ojos de pronto reclinada flujo y reflujo en comunión altiva relámpago la sombra del designio desangrado crepúsculo del ocio

lejana silenciosa larga sombra alta vigilia rastro de la tierra bramido sordo de la parda luz ventanas goznes muros quemaduras clamor del hambre grito poderoso infinita orilla aire detenido sagrada apuesta vengativa luz paloma caracol y compraventa feraz gloriosa repentina ilesa íntima soledad amenazada la línea precisa del abismo para llegar a tientas a la nada desde el morir al no morir viviendo del otro lado de la sombra en luz

se detiene estremece sube baja viene del sueño viene de la nada toca tierra lleva sonidos de metales de sangre de hambre guerra horror pavura conoce el canto de las aves el silencio del paraguas la melancolía del guanábano el sitio del silencio las alas de la noche y de la lluvia el gemido de las nieves las voces de la sangre honda navegación paso del día el regreso del sueño el rastro del celaje su grito de cigarra la navega en la muerte y se cuida de lo vivo ronda entre soledad por muchas albas sale de su envoltura puro asombro querer apoderarse de los sueños de las cosas las luces y los pájaros larga sombra de cópula y prodigio


alba engrifada cielo animal prado en manos del sol que se despierta virilmente el hombre en cósmica entrega permanente sigue al arroyo en su silencio lúgubre a la intemperie al descubierto el más airado grito de la tierra el más largo suspiro de la fronda el más verde silencio iluminado


lenta alucinación de estrellas rotas planicie en llamas jubiloso asombro jungla de sueños jaspes arrojados cóndores en parejas blanquecinas agua ajada cascadas jadeantes sed de mitos en sombra de alborada mística sorprendente hipnótica única nave estrellada soledosa mágica selénica arenisca del desierto paraje azul retamas y algarrobos tótem tensado en fuego arrasador ocre perenne enloquecido abrazo alzado cabizbajo valle erguido en la antigua quebrada de la noche
A Fanny Jaretón

Ante la Gran palma de Ceilán o Palmira (Corypha umbraculifera)
del Jardín Botánico de Caracas, en los momentos en que regala su florescencia
a los caraqueños y visitantes en el año 2003

misterio en su preñez al descubierto racimo esplendoroso de los ángeles mujeridad mujer mujeridad arrogante desnudo de los dioses un par de vulvas —coito deshojado— abiertas al orgasmo de los cielos tal vez un duende en llamas rozagante los ojos de la tarde de paseo o llamas del Perú enfogaradas perdidas en sus sueños sonorosos floración vena fuego sol y vino provoca hacer amor con tanta gracia
acaso los pezones de la noche las orejas de un ciervo milenario acaso Dios pariente de esta palma enamorando madrugada a solas mirada de las horas presurosas el mágico esplendor de la arrogancia palmira palmaflor palma florida venida del Ceilán a nuestra casa
estallido de besos vesperales guitarra de los soles y los sones poema vegetal lección hermosa la auroranoche tu fragancia envidia fragante malabar de lento paso camino de la muerte en desespero paraguas señorial silvestre alado regia corona de encendido encanto eclipse fantasmal del odio fiero majo abanico de la diosa tierra
altivo tótem de la cruenta urbe desplegado en la cresta de sus barrios cirio encendido milagroso asombro sagrado talismán en hora aciaga cigarra campanada de rebato estremeciendo el porvenir del sueño bandera de combate en paz o en guerra al horizonte en gloria levantada
¡Gran Palma de Ceilán! ¡Oh Gran Palmira! ¡Apláudante los dioses tu desfile!

A Mery Sananes

De: Sangre Zurcida

ODA A LA POESÍA










ODA A LA POESÍA

Voy a contarte en secreto
quién soy yo,
así, en voz alta,
me dirás quién eres,
quiero saber quién eres,
cuánto ganas,
en qué taller trabajas,
en qué mina,
en qué farmacia,
tengo una obligación terrible
y es saberlo,
saberlo todo,
día y noche saber
cómo te llamas,
ése es mi oficio,
conocer una vida
no es bastante
ni conocer todas las vidas
es necesario,
verás,
hay que desentrañar,
rascar a fondo
y como en una tela
las líneas ocultaron,
con el color, la trama
del tejido,
yo borro los colores
y busco hasta encontrar
el tejido profundo,
así también encuentro
la unidad de los hombres,
y en el pan
busco
más allá de la forma:
me gusta el pan, lo muerdo,
y entonces
veo el trigo,
los trigales tempranos,
la verde forma de la primavera
las raíces, el agua,
por eso
más allá del pan,
veo la tierra,
la unidad de la tierra,
el agua,
el hombre,
y así todo lo pruebo
buscándote
en todo,
ando, nado, navego
hasta encontrarte,
y entonces te pregunto
cómo te llamas,
calle y número,
para que tú recibas
mis cartas,
para que yo te diga
quién soy y cuánto gano,
dónde vivo,
y cómo era mi padre.
Ves tú qué simple soy,
qué simple eres,
no se trata
de nada complicado,
yo trabajo contigo,
tú vives, vas y vienes
de un lado a otro,
es muy sencillo:
eres la vida,
eres tan transparente
como el agua,
y así soy yo,
mi obligación es ésa:
ser transparente,
cada día
me educo,
cada día me peino
pensando como piensas,
y ando
como tú andas,
como, como tú comes,
tengo en mis brazos a mi amor
como a tu novia tú,
y entonces
cuando esto está probado,
cuando somos iguales
escribo,
escribo con tu vida y con la mía,
con tu amor y los míos,
con todos tus dolores
y entonces
ya somos diferentes
porque, mi mano en tu hombro,
como viejos amigos
te digo en las orejas;
no sufras,
ya llega el día,
ven,
ven conmigo,
ven
con todos
los que a ti se parecen,
los más sencillos,
ven,
no sufras,
ven conmigo,
porque aunque no lo sepas,
eso yo sí lo sé:
yo sé hacia dónde vamos,
y es ésta la palabra:
no sufras
porque ganaremos,
ganaremos nosotros,
los más sencillos,
ganaremos,
aunque tú no lo creas,
ganaremos.


Pablo Neruda

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO










LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.


Gabriel Celaya

INVOCACIÓN A LA POESÍA






INVOCACIÓN A LA POESÍA

Pablo Mora

En el Día Mundial de la Poesía



ANCHA SOLEDAD de los desiertos. Sol en los tejados. Silenciosa frescura del aljibe. Vellón azul rondando por el aire. Voz en alta llamarada. Milagro para el rayo en muerte de la guerra. Canto de la brisa, el sol y las quebradas. Amor que no puede caminar como una hoja.
Una hoja entre el viento que camina o un camino entre el vientre de la hoja que se va. Hoja y camino. Camino caminando con el viento. Incógnita en el tiempo. Una pregunta en pie para los hombres. Colina para otear a Dios. Hondonada para hallar la luz. La cresta de un lucero, por el postigo corazón mirando.
Susurro de los árboles, tu sueño. Tu corazón, del tamaño del mar que conocemos. Tu cabellera, los ríos, las quebradas, los riachuelos. Diminuta, te escondes en los sauces que duermen a los lagos, en los cipreses de la tumba ajena, en los aljibes de las casas solas; en los zaguanes del amor del viento o en las pestañas de la madre pobre.
Hojarasca entre la noche de los pájaros. Tronco fatigado por el tiempo y la tormenta. Latido de fogata crepitando entre la fronda.
Lumbre y mujer para la misma sombra. Sueño y silbido para el mismo abismo. Amanecer y tarde florecidos, floreciendo en las sienes de la flora. Lucero y arrebol, azules horas. Cocuyo entre rastrojos vespertinos, iluminando el resplandor tardío, las noches de vigilia arrobadora.
Júbilo, alumbramiento, bienvenida. Ara en fulgor para el altar del tiempo, para elevar el corazón festivo. Trino con que cantamos a la vida, cuando la suerte nos ofrece el huerto para sembrar de estrellas el camino.
El pan, el oro, la solemne sombra en esplendor divino, la alegría. Infancia en llama, en canto, en lejanía que el transparente corazón la nombra. La soledad que en la vereda asombra al trigo, al viento, al lirio en noche fría. Ardiente claridad la poesía que el huracán del corazón alfombra.
Encanto de la luz, la Navidad que alumbra el triunfo matinal del hombre y el silencioso arroyo del deseo. En glorias del amor, la huracandad con que la brisa de la luna asombre la encantadora música de Orfeo.
Conoces nuestra locura como nadie más conoce. Nos visitas muy de madrugada o cuando cae el sol sobre el tejado. Contigo "supimos los misterios de las cosas como si fuéramos espías de los dioses". Sus secretos descubrimos.
Conoces todas las nieves, todos los riscos, todos los gestos de los hombres, todo el espesor del viento, la justa medida de la espera junto a la luz total de nuestras cosas. Fabricas los sueños del jardín. Doblegas la furia de la guerra. En cada atrinchera nos proteges; nos cubres en cada retirada y avanzas con nosotros, la primera.
Has asistido a mil batallas y tienes otras mil por combatir. Ilesa saldrás en cada portachuelo. Ninguna polvareda nublará tu paso, menos las luces de tus blancos senos.
Mientras seamos capaces de asistir a un terremoto sobre un rayo de luna o a una tempestad en una gota de sol, crecerá tu sombra, Hilandera Majestuosa, la de todos los hilos de los sueños.
Desde los Decretos de Belén y de la Sala de Actos del Smolni, con el mundo entero por testigo, tranquilidad no del orden existente, sino la de un orden nuevo, en busca de una humanidad nueva.
La de elevar al hombre nuestro sueño.
La de tan amarte y tan morirte, P A Z.


pablumbre@hotmail.com

lunes, 19 de marzo de 2012

La Belleza









La Belleza


Y un poeta dijo, «Háblenos de la Belleza».
¿Dónde buscarás la belleza, y cómo la hallarás a menos que ella misma sea tu vía y tu guía?
Y, ¿cómo hablarás de ella a menos que ella sea la tejedora de tu habla?
Los apenados y los heridos dicen, «La belleza es simpática y cariñosa.
Como una joven madre medio-tímida de su propia gloria ella anda entre nosotros».
Y los apasionados dicen, «No, la belleza es cosa de fuerza y temor.
Como la tempestad ella sacude la tierra debajo de nosotros y el cielo encima».
Los cansados y los rendidos dicen, «La belleza es de susurros bajos. Ella habla en nuestro espíritu.
Su voz abre paso a nuestros silencios como la luz débil que tiembla de miedo de la sombra».
Pero los inquietos dicen, «La hemos oído gritar entre las montañas,
Y con sus gritas vino el sonido de cascos, y de alas y de rugidos de leones».
En la noche los vigilantes dicen, «La belleza subirá con el amanecer desde el este.»
Y en el mediodía los trabajadores y los caminantes dicen, «La hemos visto doblada encima de la tierra desde las ventanas de la puesta del Sol».
En el invierno dicen los atados por la nieve, «Ella vendrá con la primavera saltando por las colinas».
Y en el calor del verano los cosechadores dicen, «La hemos visto bailando con las hojas del otoño, y le vimos un cúmulo de nieve en el pelo».
Todas de estas cosas Uds. han dicho de la belleza.
Pero de verdad hablaron no de ella sino de necesidades satisfechas,
Y la belleza no es una necesidad sino un éxtasis.
No es una boca con sed ni una mano vacía extendida,
Sino un corazón en fuego y un alma encantado.
No es el imagen que verían ni la canción que oirían,
Sino un imagen que ven aunque se cierran los ojos y una canción que oyen aunque se cierran el oído.
No es la savia dentro de la corteza cavado, ni una ala sujetada a una garra,
Sino un jardín siempre en flor y una bandada de ángeles siempre en vuelo.
Gente de Orphalese, la belleza es la vida cuando la vida revela su cara sagrada.
Pero Uds. son la vida y Uds. son el velo.
La belleza es la eternidad mirándose en el espejo.
Pero Uds. son la eternidad y Uds. son el espejo.


De. “El profeta”
Escrito por Gibrán Jalil Gibrán

TRÍPTICO A CÉSAR VALLEJO







TRÍPTICO A CÉSAR VALLEJO

"... contra el sol: ¡César Vallejo,
de perfil y de repente".
Elio Jerez Valero


I
Canto astillado por su propia quena,
llama y prado incendiados en la altura;
centinela esculpido en su pavura,
valle repleto de esperanza ajena.
Recia vertiente de tu antigua vena
el autóctono grito de amargura,
y el eco de tu raza quemadura
en los heraldos negros de la pena.
Cómo crepita el múltiple alarido
de tus pómulos y húmeros hambrientos!
Cómo retumba el íngrimo crujido
de tus angustias y tus sufrimientos!
Cómo gime el clamor de tu latido
en la hondonada gris de tus cimientos!


II

¿César Vallejo, seguirá parejo
el alambre punzante del quebranto
o habremos de regar tu propio llanto
cual si fuéramos trizas de tu espejo?
¿César Vallejo, cesará el cortejo?
¿César Vallejo, se ahogará tu canto?
¿Sí, César - no el Augusto sino el Santo -
César Vallejo, cesará Vallejo?
¡No cesará, Vallejo, tu ternura,
tu desnudez es traje de grandeza
que escondes en tu propia arquitectura!
¡No cesará, Vallejo, tu firmeza
ya que haces del dolor arboladura
sobre el hosco muñón de tu tristeza!


III

Cementerio de quenas en la entraña
lamentación del Ande americano;
lazarillo del pobre y de su arcano
que las vertientes de su llanto empaña.
Estallido de lumbre en tu montaña
que es borbotón de queja entre tu mano
para advertir al fuero castellano:
¡Cuídate, España, de tu propia España!
Tintos de la proclama de tu voz,
cuídanse del martillo sin la hoz
desde el viejo Alicante a Extramadura.
Y, así, desde tu muerte, siempre altivo,
amor en mano, el corazón cautivo,
vigilas tu rebelde sembradura.



Pablo Mora

De “ALMÁCIGO 2”

INTENTO A VALLEJO









INTENTO A VALLEJO

intento ir a tu palabra tan llena de nosotros
irme con ella por las calles. Desnudar los seres y las cosas
y darles la vestidura de su estatura americana. Sorprendo
un instante de un eco suyo que resuena como anegado
pleamar un poco de tu perfil.

perfil peruano del perú
de venezuela de cuba

intento entonces en atestiguar de cada célula, de cada hueso
la legalidad de su existencia. Verificar la solidez de cada
paso quebrado en arcos desiguales.

intento desmentir los decires de mi sangre disfrazada de
decires. Las voces que de oídas engañan cada instante y que
como un alcohol de mala ley enturbian la ebriedad de vida
y muerte de que somos prueba.

intento refugiarme en mi piel y sus arrugas, en la vastedad
abrasiva de su abrazo. En su hambre de superficie que
sostiene a duras penas su edad, de hambre una vez, de
hambre siempre, de mi siempre.

intento cegarle las pupilas a la luz para que sin paisajes la
pueda conducir nuestra mirada y descubrir qué hay de
nosotros en cada uno de nosotros y esculcar en la sombra
para saber qué roba de nosotros.

intento encontrar otro párrafo. De añadirme a otro párrafo
a continuación del punto final de mi ataúd.

intento de camarada para denunciar lo que esté falsificado
y con los metales nuestros en piezas encontradas fundir el
metal de nuestro propio grito su acerada consistencia.

intento
intento no de llanto ni sollozo intento de borrar la pena
la familia de penas abatidas intento.


Rafael Guerrero (Venzuela)

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi







Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos-
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

Poema de Cesare Pavese (1908-1950)
(Versión de José Agustín Goytisolo, Plaza & Janés, Barcelona, 1971)

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi

Verrà la morte e avrà i tuoi ochi.
questa morte che ci accompagna
dal matino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,c
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla.
Per tutti la morte ha uno sguadro.
Verrà la morte e avrà i tuoi ochi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.

Death will stare at me out of your eyes (English translation)

Death will stare at me out of your eyes;
this death who accompanies us
from morning to night, sleepless,
dull, like an old remorse
or an absurd vice. Your eyes
will be a vain word
an unspoken scream, a silence.
So you see them each morning
when you gaze alone
on the mirror. O dear hope,
that day we’ll know too,
that you are the life and the void.

To everyone death has a look
Death will stare at me out of your eyes.
It will be like giving up a vice,
like seeing in the mirror
a dead face re-emerge,
like listening to a silent lip.
We’ll go down into the whirlpool without words.

domingo, 18 de marzo de 2012

LA TERREDAD DE UN PÁJARO






LA TERREDAD DE UN PÁJARO

La terredad de un pájaro es su canto,
lo que en su pecho vuelve al mundo
con los ecos de un coro invisible
desde un bosque ya muerto.
Su terredad es el sueño de encontrarse
en los ausentes,
de repetir hasta el final la melodía
mientras crucen abiertas los aires
sus alas pasajeras;
aunque no sepa a quién le canta
ni por qué,
ni si podrá escucharse en otros algún día
como cada minuto quiso ser:
—más inocente.
Desde que nace nada ya lo aparta
de su deber terrestre;
trabaja al sol, procrea, busca sus migas
y es sólo su voz lo que defiende,
porque en el tiempo no es un pájaro
sino un rayo en la noche de su especie,
una persecución sin tregua de la vida
para que el canto permanezca.

Eugenio Montejo (Venezuela)

Las campanas






Las campanas


Suenan suenan
Cómo suenan insisten y suplican
corre su eco por los aleros
se filtra con la aurora
con el sol con el crepúsculo y la tarde

Suenan gimen llaman
Suenan suenan
¿No las oyes?
Suenan

Las que lloran y sueñan y se quejan y suplican
las que irán con nosotros a la muerte
aunque no las oigamos ese día

Pablo Mora

Día Mundial de la Poesía




Día Mundial de la Poesía

Pablo Mora


El día mundial de la poesía —tributo a la palabra poética propuesto en el año 2001 por la UNESCO— se celebra cada 21 de marzo con el propósito de consagrar la palabra esencial y la reflexión sobre nuestro tiempo. Con eventos multitudinarios y lecturas múltiples, se realizan actos en diversas latitudes del planeta para celebrar tan importante evento por este género de la literatura, por esa forma de percepción de la vida. La UNESCO lanzó al mundo el siguiente comunicado para avalar la conmemoración del día mundial de la poesía al instituir ese legado para el orbe: «Es evidente que una acción mundial a favor de la poesía daría un reconocimiento y un impulso nuevo a los movimientos poéticos nacionales, regionales e internacionales. Esta acción debería tener como objetivo principal sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas.»

Que sea la palabra briosa y oportuna de don José Luis Salcedo Bastardo, quien nos presente las virtudes de la Poesía: “Los mejores instantes nacionales están levantados sobre la roca de oro de la poesía. ¿Qué, sino poesía, es la audacia de los descubridores, el tesón de los conquistadores, y la oposición franca, serenamente desigual y débil, de los aborígenes? Poesía es la mansa vida colonial, la amalgama contradictoria de tres razas, el empinarse de un pueblo para asistir a la maravilla de su propio despertar. Poesía es la Independencia. Y son poetas bajo sus dormanes severos y sus graves arreos, Bolívar y sus camaradas. Sucre con su lealtad nos dio la estrofa culminante del canto venezolano. Urdaneta con su integridad; y ambos con su ejemplar desprendimiento dejaron constancia de una calidad espiritual similar a la de los más responsables artífices de sentimientos, a la de los forjadores de emoción y ensueño, a la de aquellos que con dedos de espuma saben jugar con corazones, y saben pulsar el suyo para extraerle todas sus resonancias. En la contienda federal, por sobre la orgiástica inundación de fuego, sobrevuela un anhelo poético de redención proletaria. Y poetas son en todos los tiempos los constructores de un mejor futuro, los intelectuales como Cecilio Acosta y Fermín Toro, y muchos otros, consagran al culto de lo venezolano lo más puro de su acendrada condición humana.”

Y concluye Salcedo Bastardo: “La humanidad está urgida del evangelio de la poesía, sus oídos están intoxicados por la prédica del odio, la ira y la maldad. A las mentes ardidas les falta aquel baño de música de que hablaba Rolland. Las galas livianas de la poesía son el traje sublime de la perfección. Cuán trascendente es el papel del poeta en nuestro tiempo. El poeta con sus versos le construye al castigado corazón contemporáneo una segura escala para alcanzar en realidad los cielos. Esperemos con fervor el reino de la poesía; confiemos firmemente en la bondad de su éxito. La poesía no puede cantar sino con las notas del alma, no puede hablar sino con las más finas palabras del espíritu. Y ése es el horizonte que a la humana acción ella le abre.”

Que en esta hora de apertrechamiento de la conciencia nacional, sea la Poesía la que contribuya a afianzar las voluntades en aras de nuestro destino común. ¡Habrá de haber lugar para la Poesía, si no quieren pueblos y hombres sucumbir antes de tiempo!

sábado, 17 de marzo de 2012

El robot, ¿siguiente paso en la evolución?






El robot, ¿siguiente paso en la evolución?

La Fundación Santander aborda la última hora de la Inteligencia Artificial


Ramón SANGÜESA | Publicado el 16/03/2012

Emociones, conciencia y creación podrían dejar de ser patrimonio del ser humano si la Inteligencia Artificial sigue su curso. Películas como la premiada "Eva", de Kike Maíllo, recrean con grandes dosis de verosimilitud lo que la ciencia está convirtiendo en realidad. Ramón Sangüesa, de la Universidad Politécnica de Barcelona y promotor de CoCreating Cultures, participa en el Ciclo Ciencia y Sociedad de la Fundación Santander y analiza los progresos en esta disciplina.


La pregunta permanente sobre la Inteligencia Artificial es ¿cuándo? ¿Cuándo crearemos un ente artificial con una inteligencia tan elevada, al menos, como la nuestra? ¿Cómo reaccionaríamos si llegara ese momento? El arte ha intentado anticipar esas sensaciones. Por ejemplo en "A.I". de Spielberg o la más reciente "Eva" de Kike Maíllo.

Llegado el día, quizá sentiremos algo similar a los Homo Sapiens cuando interactuaron con un Neanderthal. ¿O sería más apropiado decir que en este símil los Neanderthales seremos nosotros? Las apuestas en uno y otro sentido abundan. Henry Markram, director del Blue Brain Project de Lausana (Suiza), dice que tendrá lista una simulación casi completa del cerebro humano para el 2019.

Blue Brain es una simulación de software que replica con gran detalle el funcionamiento de las columnas neuronales del neocortex. Ha comprobado que emergían entre ellas patrones neurales como los reales. De ahí a todo un cerebro... falta muchísimo. Pero este reto no está en la estratosfera de lo imposible. Al menos, según Markram.

Una conciencia artificial

Ray Kurzweil, pionero de muchas tecnologías y promotor de la Universidad de la Singularidad de Silicon Valley, se aferra a la acelerada lógica de la extrapolación. Con el presente ritmo de interconectividad entre circuitos, se atreve a proponer el 2030 como el año en el que emergerá una conciencia artificial a partir de software y hardware masivamente conectados.

Por cierto, ¿es imprescindible una conciencia para un comportamiento inteligente? Según Kurzweil, sí, y además muy pronto podremos replicar la nuestra en software y transferirla a otro hardware. Como mínimo es una cabriola curiosa de la ansiedad por conseguir la inmortalidad. Hans Moravec, investigador en inteligencia artificial, “anhela” que esos nuevos seres nos superen como especie. La realidad sigue estando lejos.

Cincuenta y tantos años de Inteligencia Artificial no nos han traído C-3POs, Robocops, R2-D2s o Terminators. De hecho, no nos han acercado ni al HAL de "2001: una odisea del espacio". Los sistemas con cierta inteligencia abundan, eso sí. En las filas del ejército estadounidense hay unos 9.000 robots.

Pronto habrá uno por cada nueve soldados. Pero ningún robot actual se puede comparar con las capacidades o el criterio de un niño de dos años, con su enorme acervo de conocimientos sobre el mundo real. Eso sí, construyendo estos sistemas hemos aprendido o confirmado lo difícil que es crear inteligencia.

Y hemos tenido éxitos parciales en dominios muy concretos. En cualquier caso, cada éxito ha suscitado tres respuestas bien humanas: un rechazo frontal que empieza por negar que la conducta observada sea inteligente, incluso cuando claramente lo es; una indiferencia a veces desinformada o un entusiasmo desaforado que linda con el fervor mitológico.

Por ejemplo, si un compositor crea obras indistinguibles de las de Bach, negaremos que sea inteligente... en cuanto sepamos que el creativo es una máquina. En cambio, desarrollamos apegos muy profundos por nuestros compañeros robóticos, como ha estudiado Sherry Turkle, antropóloga especializada en la tecnocultura, en su libro Alone Together y extrapolado David Levy, un experto en juegos e Inteligencia Artificial, en Love and Sex with Robots.

Hay ambigüedades enormes en nuestra relación con estos... ¿objetos? En Occidente sigue planeando el mito de Frankenstein y el tabú prometeico de robar el fuego de los dioses. En Japón, con su raíz animista y su tradición de los Karakuri (robots mecánicos para la ceremonia del té con más de dos siglos de tradición) la percepción es diferente.

Lo cierto es que hoy en día vivimos sumergidos en un medio compuesto por millones de ordenadores. El sociólogo Salvador Giner, entre otros especialistas, han bautizado la cultura de la sociedad resultante de esta coevolución como “tecnocultura”. Se resume en una presuposición, discutible, pero que invade muchos ámbitos: todo aquello que puede traducirse en código binario es programable y buena parte de las actividades programables corresponden a acciones que llamamos inteligentes.

Cognición y computación

El matemático y pionero de la computación Alan Turing señaló, parafraseando al filósofo Thomas Hobbes, que toda “cognición es computación”. Lo cierto es que una colección de entes más o menos inteligentes, más o menos autónomos, rodea ya nuestras vidas. Hemos generado una complejidad que propicia más complejidad lejos de nuestro control. Vivimos en un continuo de niveles de inteligencia y artificialidad donde nosotros somos un agente más. Un agente que se funde con el sistema que ha creado colectivamente.

Del ciborg al híbrido

Quizá esta fusión anticipa hibridaciones aún más extremas, por lo que no habrá Neanderthales de lo artificial sino híbridos. Pensemos en el ciborg Kevin Warwick, profesor de la Universidad de Reading (Reino Unido), que saltó a la fama por conectar su sistema nervioso a diversos interfaces digitales. O en el equipo de Ricard V. Solé, de la Universidad Pompeu Fabra, que utiliza la materia viva como soporte de computación. O cuando uno escucha a Craig Venter, biólogo y empresario que ha sintetizado una creación viva pero artificial, la bacteria Mycloplasma Laboratorium. Es como oír a un programador... de la materia viva. La inteligencia artificial es un componente más de esta tecnocultura en explosión galopante.

Nuestra especie despegó, entre otras cosas, por su descollante coevolución con las herramientas que creaba. Nuestra naturaleza es el artificio. Deberíamos aprender a crear juntos nuevas herramientas, espacios y formas organizativas que nos permitan experimentar y jugar con la nueva complejidad de la inteligencia externa. Quizá así podamos contestar no tanto a la pregunta del “cuándo” sino del “para qué” y del “por qué”. Y saber cómo actuar en consecuencia.



¿Somos únicos?

El Ciclo Ciencia y Sociedad de la Fundación Santander, coordinado por Eduard Punset y titulado "¿Somos únicos?", cuenta, además, con Frans de Waal, director del Living Links Center (Emory University, Atlanta), Ken Nealson, director del Centro para la Detección de Vida de la NASA (que intervendrá el día 22 para hablar sobre “Lo que los microbios nos mostrarán en el futuro”) y el profesor de Física Max Tegmark, que lo hará el 29 con “Una perspectiva cosmológica”.

viernes, 16 de marzo de 2012

lo exige el verso el pulso en su relincho






lo exige el verso el pulso en su relincho el galope tendido de la luna irnos a pelo a desnudar la luz descúbrete sorpréndete percíbete desciende deslízate vence palpa arde goza nace tenue mariposa en celo hembra inmortal horadando en las raíces del hombre flor de orgasmo entero entre los goznes de la noche loba hermosa serpiente mordedura respiración profunda de la vulva lirio hundiéndose en el beso torrente aullando andaluzando penetrando arisca esquiva próxima lejana hermosa manzana tu pubis más suave que todas las rosas que un atardecer más tibia gimes entre mis brazos sollozas bajo mi lengua culebrita de fuego verde mar te escapas corres vas regresas vienes por ti comienza el día el mundo gira por tu donaire el mar en flor fulgura aprisónenme muslos y caderas reléntame en el vino de tus besos madrúgame tempráname nochéceme ladérame madérame esperánzame espúmame galópame entrepiérname pezóname despáciame y ensélvame locúrame deshójame querénciame aguíjame y arbólame y hoguérame enhójame y enlúchame y follájame en el amor no cabe solo un mar menos en el mar cabe un solo pez no se hace el amor tan solo de una ola ni de un cuerpo el amor tan solamente aferrado zurcido entre la mar hijo de los espuelas del insomnio barco de alegre larga travesía ola lenta de fuertes resonancias cabalga el hombre a pelo sobre el mar el hombre en el Pegaso de la mar cabalga que cabalga las estrellas a caballo en las crines del asombro

jueves, 15 de marzo de 2012

Por los caminos del verso







Víctor Corcoba Herrero
Por los caminos del verso

14 de marzo de 2012


Es evidente que la verdad existe. El mismo verso, cuando sale del corazón, es un camino que nos acerca a la verdad.Lo quesucede, en parte debido al supermercado mediático verdaderamente descompuesto, que la mentira ha tomado la categoría de producto de primerísima necesidad. La técnica del engaño funciona a pleno rendimiento, lo que nos impide ver y oír el ritmo de las cosas humildes, aquellas que sirven para iluminarnos y darnos vida.Hay que volver a la efectiva palabra, a dejarse llevar por la melodía del universo y a dejarse sorprender por la metáfora de la existencia. Cada vida es única y como tal merece ser vivida. Está visto que la paz no se construye con falsedades.

Al fin y al cabo, somos buscadores de versos, los llevamos dentro, muy adentro. Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el día mundial de la poesía. O sea, el día de nosotros mismos. Con razón florecemos como un verso interminable, imperecedero, inquiriendo la poesía aún en las cosas más habituales. La magia de las palabras, por su invitación al recogimiento, es la llave que nos conduce a la reflexión y al diálogo, ante la pluralidad de un mundo necesitado de lenguajes auténticos. Ciertamente, requerimos la luz del verso para poder superar las pruebas que se nos presentan en el camino. En el fondo, como dijo el novelista y poeta Robert Penn Warren, “un poema no es algo que se ve, sino la luz que nos permite ver, y lo que vemos es la vida”. Vale la pena, pues, luchar a corazón abierto por la pureza de la expresión más humana.

Una existencia, por cierto, llena de posibilidades cuando se toman los caminos de la belleza y se rechazan otros caminos que nos desunen. Desde luego, en un mundo globalizado como el actual, la unidad es un deber y una responsabilidad. No hay poemas sin versos como tampoco hay vida sin vidas que vivan. La meta de la plena unidad, que esperamos con activa esperanza y por la cual nos injertamos unos en otros, es una victoria no secundaria, sino importante para el poema del bien de la familia humana. No en vano, es en el contacto con la existencia, cuando todo el mundo se vuelve poeta. Sin duda, en consecuencia, precisamos más que nunca la clarividencia de los constructores de versos, aunque sólo sea para soñar. No olvidemos que, por el sueño del hombre despierto, se conquista la confianza y se reconquista la ilusión por hacer mundo.

El mundo de la poesia es un mundo de humanidad imprescindible. Pone voz a los que no tienen voz y abre cadenas a los encadenados a la miseria, porque es un instrumento de interioridad que hace tomar conciencia y despertar. Por consiguiente, el papel del poeta en esta sociedad, capaz de reclutar menores como soldados y mujeres como divertimento de animales vestidos de hombres, es tan justo como preciso. La voz de la ciudadanía es lo que hace a la poesía necesaria en la calle, en el silencio, en las soledades, la hace presente y, sobre todo, la activa como apuesta de futuro. No olvidemos que el porvenir es de los que creen que los sueños son posibles y de los que se recrean en el abecedario de un poema. Sepan, por siempre, que una poesía es un desahogo que tiene su comienzo en la inspiración del gozo y su fin en la sabiduría.

http://www.calkini.net/opinion/2012/corcoba602.htm

martes, 13 de marzo de 2012

César Alberto Losada Neuville







José Roberto Losada Neuville:

“Un 13 de Marzo. Un día como hoy nació Cesar Alberto Losada Neuville, Medico de Profesión y Soñador de Ocupación, no hay día que no nos lamentemos de su partida, de no haber compartido mas de sus Cuentos y sus Poemas, Manantial de Ingeniosas Aventuras, Bondadoso con los Desposeídos, Paladín de las Cosas Justas. Juntos estaremos en los Recuerdos y por siempre en los Corazones.”


Ciertamente, fue y vino, anduvo siempre con un poema en su bolsillo, intitulado "El Árbol Viejo"... Esplendorosa elegía, donde el árbol entabla diálogo permanente con un antiguo tinajero. Su Vida junto con sus Hijos un canto permanente a la creación... Soñó alguna vez con fundar una Comuna integrada por sus parientes...

Generosa su vocación de médico... Amplia su espiritualidad, la que le hizo practicar varios credos... Guardo entre mis Trofeos de Casa el Cristo Mocho que me regalara... Gemelo del Cristo Das Trincheiras que reposa en un viejo monasterio de Portugal: ambos sin manos... de regreso de las guerras que salvaron...

A su Madre le dedicó espléndido, contundente Poema: "Solo los tontos y los soñadores son capaces de tratar de modificar el destino. Los médicos corremos en el segundo grupo. Lo peor es que a veces pensamos haberlo logrado, sin saber que solo se está cumpliendo."

El César de la familia! De hondo corazón. Listo para el bien y la aventura. Ingenioso. Dicharachero. De súbito se fue por lo oscuro convencido del Reino de la Lumbre.

Por eso permanecerás metido aquí en el pecho... Y te quedarás allí lo más del corazón.

El Cristo de madera sin brazos, pero con sudor de guerra, te cobijará de por vida en sus brazos... y perdonará a aquél que te arrancó la vida... y te truncó tus sueños...

Pablo Mora

César Alberto Losada Neuville

José Roberto Losada Neuville:

“Un 13 de Marzo. Un día como hoy nació Cesar Alberto Losada Neuville, Medico de Profesión y Soñador de Ocupación, no hay día que no nos lamentemos de su partida, de no haber compartido mas de sus Cuentos y sus Poemas, Manantial de Ingeniosas Aventuras, Bondadoso con los Desposeídos, Paladín de las Cosas Justas. Juntos estaremos en los Recuerdos y por siempre en los Corazones.”


Ciertamente, fue y vino, anduvo siempre con un poema en su bolsillo, intitulado "El Árbol Viejo"... Esplendorosa elegía, donde el árbol entabla diálogo permanente con un antiguo tinajero. Su Vida junto con sus Hijos un canto permanente a la creación... Soñó alguna vez con fundar una Comuna integrada por sus parientes...

Generosa su vocación de médico... Amplia su espiritualidad, la que le hizo practicar varios credos... Guardo entre mis Trofeos de Casa el Cristo Mocho que me regalara... Gemelo del Cristo Das Trincheiras que reposa en un viejo monasterio de Portugal: ambos sin manos... de regreso de las guerras que salvaron...

A su Madre le dedicó espléndido, contundente Poema: "Solo los tontos y los soñadores son capaces de tratar de modificar el destino. Los médicos corremos en el segundo grupo. Lo peor es que a veces pensamos haberlo logrado, sin saber que solo se está cumpliendo."

El César de la familia! De hondo corazón. Listo para el bien y la aventura. Ingenioso. Dicharachero. De súbito se fue por lo oscuro convencido del Reino de la Lumbre.

Por eso permanecerás metido aquí en el pecho... Y te quedarás allí lo más del corazón.

El Cristo de madera sin brazos, pero con sudor de guerra, te cobijará de por vida en sus brazos... y perdonará a aquél que te arrancó la vida... y te truncó tus sueños...

Pablo Mora

sábado, 10 de marzo de 2012

Salmo en ristre







Salmo en ristre

Pablo Mora


Oscura vereda. Un desierto el alba. Un espinar la tarde. Un tunero la noche. Llaga desolada. Fosa implacable. Falsa promesa. Suprema confusión. Apagado lucero. Fango turbio. Ciénaga. Desesperada ficción. Sequía desbordante. Magma horrible. Falsa vida. Falsas aguas. Falso sol. El alma confortada en los vericuetos de la noche. Púdrese el enfermo. Nadie trae el pan. No lo hay. Hay hambre, desolación, gemido, pena. Muerte, en cada esquina. Veredas en la sombra. Caminos falsos. Falsas esperanzas. Promesas falsas. Falsas obras. Todo ensombrecido. Falsificación total. Valle de tinieblas, lóbrego, tenebroso. Largo dolor. Sin una lucecita para tanta pena. Para tanto lagrimón en la vereda. Celadas, sueños, emboscadas. Cuevas, botines, dioses, demonios, bosques y maldades, cabe la muda paloma de los lejanos terebintos.

Nunca, un cayado más incierto. Jamás, noche más sombría. Horripilante y ciega. Embuste, delirio, desconcierto, desespero, universal destierro. Aguardemos, obedientes, la vuelta, el desagravio, la mañana eterna. Volvamos de golpe el golpe. Envetemos bolivarianas fragosidades. Mastiquemos brasas, ya no hay dónde bajar, dónde subir. Arriba el sufrimiento armado. Varios días el viento cambia de aire. Cae agua de revólveres lavados. Recógete a reír en lo íntimo de este celo de gallos ajisecos soberbiamente ennavajados. Nos espera la sombra apercibida. Nos espera la sombra acuartelada tras la muda paloma de los lejanos terebintos.

Sobre la paloma muda de los lejanos terebintos, hojean, persiguen, oprimen y combaten los enemigos, emboscados entre nubes tardecidas. El temor invade noche, soledad, espera. Al acecho, alguien arrebata la vida. Errante, quejumbroso, solitario entre la noche, zigzagueando sombra, vendaval, el hombre prosigue con la noche a cuestas.

¿Si su Dios arranca la vida de la muerte, qué podrá el hombre contra el hombre? ¿Qué podrá temer si se ampara a la sombra de sus alas? Al amparo de tus alas, Señor, cumpliremos votos, planes, sueños, cada día. ¿Hasta cuándo habéis de ensañaros contra el hombre? Como un soplo son los hijos de los hombres, menos que un soplo. Sólo en Dios está el poder. Saltemos de gozo a la sombra de sus alas junto a la muda paloma de los lejanos terebintos.

Los que asechan contra la vida serán pasto de los chacales. Dios dispara contra ellos su saeta y de improviso son heridos. Visita la tierra, temperándola con su lluvia. Dispersa a los pueblos que se deleitan con la guerra. Conservará nuestra vida y no dejará que nuestros pies vacilen. Dará casa a los desamparados, sólo los rebeldes se quedarán al seco. Sobre los lirios la muda paloma de los lejanos terebintos. Sean confundidos y avergonzados los que buscan mi vida, tu vida. Sálvanos, Señor de las manos del malvado, de las manos del perverso y del violento. Hemos sido para muchos un asombro, porque tú siempre fuiste nuestro seguro asilo. ¡Despierta! ¿Cómo es que estás dormido? ¡Despierta, no nos dejes del todo! ¿Olvidaste nuestra miseria, nuestra opresión?

MARIALE QUINTANA






MARIALE QUINTANA


DEL MÁGICO ESPLENDOR DE SU ESPEJISMO
SURGE ARROGANTE EL AVE INSPIRADORA
DESDE EL ANDE AZULOSO DE SUS SUEÑOS.

EL TIEMPO AL FIN, ASORDINADO Y LENTO,
UNA INFINITA MAJESTAD DE CUMBRES,
REAL EL PAVO INSPIRADOR Y CIERTO.

EL VERDE Y EL AZUL ENTRETEJIDOS,
FOLLAJE CAMPEANTE ENTRE SU CUERPO,
EN SU DESNUDA FORMA FUGITIVA.

AVE FLORAL QUE CIMBREANTE ANIDA
EN EL CELESTE CIELO DE SU GRACIA
ESPIGADA EN PLUMAJE AZULMARINO.

CIELO, AGUA, VIDA, RESPLANDOR, ZAFIRO,
VERDE LA CREACIÓN EN PLENA VIDA,
CRECIMIENTO EN FUGAZ IDOLATRÍA.

LAS PLUMAS, LAS CORONAS SUSPENDIDAS
DE LAS HOJAS, LA GLORIA Y LA ALEGRÍA,
ENTRE EL PASO TRIUNFAL DE LA ARROGANCIA.

UNA DANZA DE PLUMAS MUY MARINAS
ENETRETEJE SUS SIENES MISTERIOSAS,
LAS CUITAS QUE EL PAVO REAL OTEA.

UN MANOJO DE PERLAS LAPISLÁZULI
CON EL CLARO PODER DE LA ALEGRÍA
TIEMPLA EL TRÉMULO ASOMBRO DE SU GRACIA.

LAS HOJAS Y EL PLUMAJE BIEN DISPUESTOS
PARA EL MÁGICO NÚMERO SOLAZ,
DIVINA PROPORCIÓN EN SINTONÍA.

DE REPENTE ENGREÍDA EL AVE REAL
MIRA QUE MIRA EN FRANCA LONTANANZA
LA SINFONÍA TRIUNFAL DE LA ALEGRÍA.

LA LUZ QUE CIRCUNSCRIBE SU PRESENCIA
ES DESFILE DE GLORIAS TRASHUMANTES,
LENTO PASO DEL AVE AZULMARINA.

CUMBRE DE LA ALEGRÍA, SOL ALADO,
MARAVILLOSA SENDA, MARAVILLA,
DIVINA PROPORCIÓN IDOLATRADA.

MARIALE QUINTANA, AVE ENTRE NOSOTROS,
DESPLIEGA SU ELEGANCIA Y SU PLUMAJE
SOBRE EL ORO VISIBLE DE SUS SUEÑOS.

ALGO DE SÍ SE INCLINA HACIA EL ORIENTE,
ALGO DE SÍ NOS MIRA BREVEMENTE
DESDE LA VIVA CLARIDAD DE UN SUEÑO.

SU ARPA, SU VERDAD Y SU CORONA,
VERDIAZULES EN RISTRE PERMANENTE,
PROFETIZAN EL TRIUNFO DE SU GRACIA.

NOBLE SABOR A TIERRA Y A FRESCURA,
SABOR A AZUL ENTRETEJIENDO SUEÑOS,
UN SUEÑO INMENSO QUE EN AZUL DESFILA.

CORONADA DE PLUMAS VERDIAZULES,
AZULOSAS SUS BOTAS, MUY AZULES,
CÁLIDA REINA EN TRAJE AZUL MARINO.

FUERTE Y FERAZ COMO LA TIERRA MISMA,
SURGE DE UN HORIZONTE AZUL MARINO
CAMINO DEL REINADO DE SUS DONES.


PABLO MORA

jueves, 8 de marzo de 2012

En torno a Tàpies







En torno a Tàpies


Pablo Mora



En ocasión del reciente fallecimiento del pintor, escultor y teórico del arte, del artista español Antoni Tàpies, (Barcelona, 1923) uno de los grandes referentes mundiales del arte abstracto, último gran representante español de la vanguardia pictórica y escultórica abstracta, maestro revolucionario del arte de vanguardia del siglo XX, evocamos la exposición que presentara en el año 2000 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. En el año 2003 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Complutense. Además de haberse hecho acreedor del Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1990), la Medalla Picasso de la Unesco (1993) y el Premio Velázquez de Artes Plásticas del Ministerio de la Cultura de España (2003). El rey de España, Juan Carlos I, le otorgó en abril del 2010 el título de marqués. En 1984, el artista creó la Fundación Antoni Tàpies con el fin de promover el estudio y el conocimiento del arte moderno y contemporáneo. Para Ann Temkin, comisaria de pintura y escultura del MoMa: “Se ha ido uno de los grandes héroes del arte del siglo XX”. Tàpies dejó su impronta en incontables pintores, muchos españoles, pero también europeos y americanos, como Lucio Fontana o Robert Rauschenberg, con los que estableció una conversación dentro de los cauces de la pintura abstracta. Ha tenido la fortuna de vivir cincuenta años más después del final de la II Guerra Mundial, lo que le ha permitido seguir innovando.”

De su obra, así la explicó: “En mí solamente manda la intuición. Cuando me enfrento a una obra, sólo me dejo guiar por el instinto…Tengo la ilusión de saber dar forma a una cierta visión de la realidad. Yo sé lo que quiero contar, pero no hay nada que explicar. Cada uno tiene que ver lo que tiene delante. Por eso suelo prescindir de los títulos y si los pongo son alusivos a algún elemento del cuadro, no a su contenido.”

En la primavera del 2000, tuvimos ocasión de disfrutar de su enorme exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde pudimos comprobar que estábamos delante del “Poeta de la Materia,” lo que hace definir su estilo por la palabra “matérico.” En el desfile por un sinnúmero de salones, navegamos entre rugosidades, rasgaduras, grietas, cruces y signos de su mitología personal, de trazo enigmático y estilo inconfundible. Sus usos cromáticos del ocre, el negro y el blanco, así como sus más experimentales empleos de la materia pictórica o su grafología de cruces, manchas y textos deleitaron nuestro embelesamiento ante su obra, inmenso canto a la libertad.

“A finales de los años ochenta, sostiene la Fundación que lleva su nombre, Tàpies reforzó su interés por la cultura oriental, una preocupación que ya se había ido gestando en los años de la posguerra y que se convirtió cada vez más en una influencia filosófica fundamental en su obra. Las obras de los últimos años han constituido esencialmente una reflexión sobre el dolor —físico y espiritual—, entendido como parte integrante de la vida. Influido por el pensamiento budista, Tàpies consideraba que un mayor conocimiento del dolor permitía dulcificar sus efectos, y de este modo, mejorar la calidad de vida. El paso del tiempo, que ha sido una constante en su obra, ha adquirido en ese último período nuevos matices, al vivirlo como una experiencia personal que comporta un mejor autoconocimiento y una comprensión más clara del mundo.”

JARDINERA







JARDINERA

Vas por el mundo porque existe el hombre antes del grito de la eterna entraña, velas callada el fuego de la vida, madre te llaman por llamarte hermana. Hermana de la lumbre en la ternura, desmoronas la angustia de los hombres y mantienes su pulso en pleno vuelo ante la dura ramazón del odio. Compañera de siempre, compañera, únicamente necesito vida para llamarte siempre jardinera. Quédate, no te vayas tan temprano que solamente tú sabrás colmarnos, camarada de siempre, jornalera.

Desde el pulsar profundo del latido emerge tu presencia campesina y el eco de tu gracia se adivina cuando surge entre el aire florecido. Acorralas conmigo tu gemido en la choza abrazada de neblina y, entonces, tu recuerdo se encamina tras el fogón tiznado del olido. A pesar de la lluvia y los zarzales sigo con tu orfandad en mi aventura, al lado de tu sombra en los cañales, porque mi esfuerzo siempre te figura entre riscos de sol y peñascales pulsándole la cuerda a la amargura.

Madeja embrujadora de mis años envuelta en el redil de la inocencia, qué lejos el primor de tu presencia de la cumbre mortal de tus peldaños. Imagen de los místicos rebaños trenzados en la infancia de la ausencia con neblina de luz y transparencia, ¿dónde el azul de tantos desengaños? ¿Dónde, madre, estrecharte entre mi beso sino en tu tierno abrazo campesino bañado por la luz del candelabro? ¿Dónde, madre, encontrar nuestro regreso sino en la soledad de nuestro sino mientras hurgo la tierra en que me labro?

En la aldea de noche un reverbero, un anafre azulando madrugadas, un sueño en cierne, en lumbre, en alto, en alas, un camino, un aprieto, a solas yendo. El camino extendió sus manos lejos, el sueño acompañó la siembra alada, el anafre fue dicha soberana, en tanto el reverbero iba fulgiendo. Camino, anafre, reverbero y sueño tejieron la esperanza cristalina donde toda mañana fue llegando. Con la tarde afloraba el azulejo, la noche toda infancia devolvía desde mil novecientos quince y tantos.

¿Dónde el anafre en fresca madrugada, dónde el sueño zurcido en el camino, dónde la cumbre deshojada en sino, dónde la siembra en dicha engalanada, donde el anafre en calma tersa, albada, dónde la aurora desafiando trino, dónde borrasca, duende, peregrino, dónde la siembra en dulce fogarada, dónde el azul de tantos desengaños, dónde la antigua luz del candelabro, dónde la paz en místicos rebaños, dónde lluvia, zarzales y quebrando, dónde la tierra en que de azul te labro, dónde este dos mil cinco y cuántos tantos?

Cosías presagiosas serranías desde la orilla más pura de tu alma; con toda la paciencia, en santa calma, mil colchas conocieron de tus días. En cordajes bordabas sinfonías, bordabas sueño, lontananza, palma, segura de que en vida todo empalma nunca tus manos del amor vacías. A pulso de donaire y gallardía, coqueta entre coquetas, bien oronda, tu vida enarbolabas muy erguida. Venada, intacta, atenta, en lozanía, gozas del fruto de tu enhiesta fronda desde este dos mil cinco bienvenida.