jueves, 20 de marzo de 2014

Eternidad de la belleza Día Mundial de la Poesía Pablo Mora Viernes, 21 de marzo de 2014
Vino, primero, pura, / vestida de inocencia./ Y la amé como un niño.// Luego se fue vistiendo/ de no sé qué ropajes./ Y la fui odiando, sin saberlo.// Llegó a ser una reina, /fastuosa de tesoros... / ¡Qué iracundia de yel y sin sentido!// ...Mas se fue desnudando. / Y yo le sonreía.// Se quedó con la túnica / de su inocencia antigua. / Creí de nuevo en ella. // Y se quitó la túnica, / y apareció desnuda toda... / ¡Oh pasión de mi vida, poesía / desnuda, mía para siempre! ... ¡Hojita verde con sol / tú sintetizas mi afán; /afán de gozarlo todo, / de hacerme en todo inmortal! (Juan Ramón Jiménez). De mano blanca en mano blanca, juntos. De mano libre en mano libre, fuimos un retrato del alma de la tierra. ¡Antes del Alma fue la Poesía! La imagen vegetal de la luciérnaga. La furia de un enorme juramento. Naufragio en el turbión de la Locura. La Causa Innumeral de la Armonía. Aquella vestidura de neblinas. La hora de la paz consigo mismo. Mi labor silenciosa y obstinada. La hora del almácigo, del surco. La hora del insomnio submarino. La habitación sexual de la belleza. La hora del asombro adolescente. El aletazo sepulcral del frío. La primordial esencia primitiva. El limo original de lo viviente. La eternidad de la belleza a pie. Azul de eternidad de la belleza. Relámpago, torrente, sol, arrullo. El triunfo cenital de la alegría. La danza esplendorosa de la estrella. La noche medular de los hambrientos. Un modo de mostrar a Dios el hambre. El fuego azul de la tormenta en celo. El suave resonar de lo amarillo. La amarilla dulzura del poniente. El dulce copular de los arroyos. La lujuria del alba descubierta. Pitagórica música distante. La herida de la luz sobre la frente. Pensamiento revuelto, encabritado. La espectral compañía de la sombra. La loca sombra de la noche insomne. La negra sombra de un almendro en flor. Larga sombra de cópula y prodigio. La sombra insomne, trágica y eterna. El escuadrón compacto de las sombras. Paso del hombre a solas con su sombra. El gran conocimiento de la sombra. Caída matinal del cielo al mundo. Limbo de descendida paz celeste. El árbol puro del amor eterno. Un florecer espiritual de lumbres. Abiertas copas de oro deslumbrado. De pronto un raro resplandor desnudo. Su desnudez y el mar esclarecidos. Imagen alta y tierna del consuelo. Pasión, amor, encuentro, reto, vino. Íntima comunión con la corriente. Hechicera amorosamente bella. Temblor del alma entre temblor de espuma. Sal que impide que el mundo en llanto pudra. Forma de vida, asombro deshojado. Estela, goce, infierno, barco, sueño. Ola, estrella, tormenta y huracán. Fluir inagotable del murmullo. Vigilia del asombro detenido. Subterránea fuente al descubierto. Vagabunda, nocturna, callejera. Hembra inmortal, jovial esencia, alumbra. El alma innumerable de la vida. Vida, lazo apretado hasta el final. La sílaba final de este preludio. pablumbre@hotmail.com

domingo, 16 de marzo de 2014

TRÍPTICO A CÉSAR VALLEJO

TRÍPTICO A CÉSAR VALLEJO "... contra el sol: ¡César Vallejo, de perfil y de repente". Elio Jerez Valero A 122 años de su luz I Canto astillado por su propia quena, llama y prado incendiados en la altura; centinela esculpido en su pavura, valle repleto de esperanza ajena. Recia vertiente de tu antigua vena el autóctono grito de amargura, y el eco de tu raza quemadura en los heraldos negros de la pena. Cómo crepita el múltiple alarido de tus pómulos y húmeros hambrientos! Cómo retumba el íngrimo crujido de tus angustias y tus sufrimientos! Cómo gime el clamor de tu latido en la hondonada gris de tus cimientos! II ¿César Vallejo, seguirá parejo el alambre punzante del quebranto o habremos de regar tu propio llanto cual si fuéramos trizas de tu espejo? ¿César Vallejo, cesará el cortejo? ¿César Vallejo, se ahogará tu canto? ¿Sí, César - no el Augusto sino el Santo - César Vallejo, cesará Vallejo? ¡No cesará, Vallejo, tu ternura, tu desnudez es traje de grandeza que escondes en tu propia arquitectura! ¡No cesará, Vallejo, tu firmeza ya que haces del dolor arboladura sobre el hosco muñón de tu tristeza! III Cementerio de quenas en la entraña lamentación del Ande americano; lazarillo del pobre y de su arcano que las vertientes de su llanto empaña. Estallido de lumbre en tu montaña que es borbotón de queja entre tu mano para advertir al fuero castellano: ¡Cuídate, España, de tu propia España! Tintos de la proclama de tu voz, cuídanse del martillo sin la hoz desde el viejo Alicante a Extramadura. Y, así, desde tu muerte, siempre altivo, amor en mano, el corazón cautivo, vigilas tu rebelde sembradura. Pablo Mora

miércoles, 12 de marzo de 2014

Creer en la vida

Creer en la vida
Pablo Mora Fraguar una conciencia colectiva, fincar nuestra vivencialidad, convivialidad, en las relaciones inter subjetivas provenientes de nuestras cocreaciones y sociocreaciones, puesto que podremos conocernos partiendo del otro y de los otros, hasta tener que ser otro para ser sí mismo Sumidos en las tremebundas cárcavas del cósmico pavor, esclavos de las crujientes angustias de la humanidad, en convivencia con parejos avatares, asidos a un común dolor, hemos de constituirnos a partir de una vida social acumulada. Antes que fundirnos en una fe única, una doctrina única, explorar la posibilidad de un consenso que, partiendo de la devastación horripilante, conduzca a la concreción del proyecto en el que la danza de la vida signe la esperanza, el renacer de una humanidad nueva, donde conciencia y fraternidad apuntalen todo progreso, todo porvenir, altibajo, desafío, logro, rejoneo. “Convencidos de que al horror hay que salirle al paso, hay que desmantelarlo, sajarlo, y que hay que hacerlo ya, ahora mismo, organizada, precipitada, impostergablemente, fundando una sociedad de hermanos, en nuestra casa, en el trabajo, en la calle, en el país y el continente, en el planeta que se quiebra… abrirle pasos a los tiempos de amor que inundarán el corazón del hombre el día en que aprenda al fin a mirarse en las pupilas infinitas de su propio asombro.” (Mery Sananes). Fraguar una conciencia colectiva, fincar nuestra vivencialidad, convivialidad, en las relaciones inter subjetivas provenientes de nuestras cocreaciones y sociocreaciones, puesto que podremos conocernos partiendo del otro y de los otros, hasta tener que ser otro para ser sí mismo. La libertad individual, la capacidad o potencialidad de nuestras “creaciones” solo llegan a plasmarse a través de nuestras vivencias mutuas, compartidas, ya que el hombre, como la “verdad”, se hace y crece en comunión con los otros seres humanos. Rescatar la dignidad de la palabravida, en solidaridad creciente. Lejos de una egocracia fatua, insustancial, intrascendente, enrumbarnos hacia una egococreación con miras a alcanzar la máxima sociocreación que el momento nos demande. Buscar nuestro amanecer en la obra común. Decidirnos por el fortalecimiento de una corporeidad psicosocial tal que sea capaz de construir el cuerpo real del hormigón histórico, donde tengan vida por igual el silencio del bosque, el sueño de la máquina, el estupor del viento, el ingente alarido de los pobres, los aullidos de Dios sobre el planeta. Acercarnos al dolor del día. Servirle a la vida, rescatarla, liberarla, ejercer la vida. Lidiarla al alimón, al quiebro, al cuarteo. Perseverar en la defensa del pan, la libertad, la deliberancia, la disidencia o convergencia. Que entre todos hagamos nuestra casa. Nuestro fogón. Nuestra alegría. Que no sean solo sombra nuestros días. Agregarle algo al mundo si queremos que valga nuestro paso. La mayor dimensión por el hombre conocida: la vida. La orden del día, la consigna entonces: fraguar, festejar la vida, apuntalar, enarbolar la vida, debatir la vida, entusiasmar la vida, celebrar la vida. Oír la vida. Creer en la vida. Al lado de la vida de por vida. Por cada llanto, levantar un camino. Por cada acoso, encender una esperanza. Por cada muerte, una lumbre. Una luz, por cada oscuridad pablumbre@hotmail.com

domingo, 23 de febrero de 2014

Desarme verbal

Desarme verbal Pablo Mora Pido la paz y la palabra Blas de Otero La luz estorba y la palabra humana. El universo habla mejor que el hombre. José Martí Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar. Ernest Hemingway Por tus palabras habrás de ser justificado y por tus palabras serás condenado. Jesucristo La palabra humana es como un caldero cascado en el que tocamos melodías para hacer bailar a los osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas con su son. Gustave Flaubert Un poco de aire estremecido que, desde la madrugada confusa del Génesis, tiene poder de creación. José Ortega y Gasset Sea esta la regla de nuestra vida: decir lo que sentimos, sentir lo que decimos. En suma, que la palabra vaya de acuerdo con los hechos. Séneca El que sabe hablar, sabe también cuándo. Arquímedes Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra. Georges Clemenceau El orgullo es la fuente de todas las enfermedades, porque es la fuente de todos los vicios. San Agustín De todos los vicios que conozco, ninguno es peor que el de perder el tiempo de la acción en la palabra. Pedro Albizu Campos. El hombre de la calle reclama que nuestra labor sea consecutivamente de pensamiento, de acción y de pasión. Ante todo de pensamiento; luego, de acción que ponga en marcha las conclusiones del pensamiento; y enseguida, de pasión, para cumplir la acción, esto es, para ejecutar apasionadamente lo decidido y resuelto por el pensamiento. Una recomendación a favor de la economía del tiempo, esto es, a favor del desarme verbal, de la liquidación de la palabra violenta. Nos permitimos suplicar, como previo a todo avenimiento entre las potencias, el desarme oratorio, o lo que es lo mismo, la eliminación del discurso atómico. Ese tipo de discurso, hinchado de vehemencia, produce inquietudes en el hombre de la calle y ocasiona destrucción nerviosa, estrago biológico tanto para los organismos individuales como para los organismos colectivos. Pasión, acción y pensamiento realizan los designios de los hombres cuando la acción está al servicio del pensamiento y la pasión se inspira en el pensamiento de servicio. Andrés Eloy Blanco. El cumplimiento de la palabra humana es lo que le da al hombre la entereza de la verdad, por esta razón, la palabra humana no se cumple sino cuando se da, cuando se entrega, como la sangre. Pascal Hoy nadie da la palabra, ni tan siquiera los que se tienen por más honrados. Hoy se podría decir que no hay tiempo para dar lo que no se tiene. Hoy no se da la palabra en el más extenso y estricto sentido de la frase, del hecho; nadie da lo que no tiene. Hoy el alma de los Pueblos, la palabra de los Pueblos y su gente, está muerta, vacía, no tiene alma. No podemos esperar Pueblos-hombres ni hombres-Pueblos; no los hay, no existen. Así ocurre que vivimos continuamente en la mentira, en la desesperación y la duda, en el desarraigo continuo y sin esperanza alguna de reencontrarnos como Pueblo. Tigzirin Tiknariyin,Ta-Ferka. ¡Pidamos la paz y la palabra! pablumbre@hotmail.com

sábado, 22 de febrero de 2014

USA

USA Usa de mí Usa de ti Usa de él Usa de nosotros Usa de vosotros Usa de ellos Abusa de mí Abusa de ti Abusa de él Abusa de nosotros Abusa de vosotros Abusa de ellos Usaré de ella Usarás de ella Usará de ella Usaremos de ella Usaréis de ella Usarán de ella Abusaré de ella Abusarás de ella Abusará de ella Abusaremos de ella Abusaréis de ella Abusarán de ella Abusa de ella Abusad de ella ¡Azúzate! ¡Desúsate! Pablo Mora

sábado, 8 de febrero de 2014

CÓSMICA VIGILIA

CÓSMICA VIGILIA Cuerpo vegetal Sueño del jardín Sombra en desnudez Peldaño del cielo Ojo de la tierra Caracol marino Árbol que camina Suave llamarada Cósmica vigilia Pablo Mora Febrero, 2014

martes, 4 de febrero de 2014

Acompañar la vida

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