jueves, 21 de marzo de 2013
tan solo enigma
en verdad de verdad tan solo enigma
Pablo Mora
ay quien piense saber de poesía sombra antigua puede ser la más cercana y almácigo el horizonte más sentido es la primera noche el primer día la queja de mujer sobre la arena el grito del hombre frente al mar o el mar en fuga apenas escuchar vivir la muerte el soñar de la cigarra en celo armas de la noche ángeles en vela oleaje mujer que sube y llega paz de las aguas la gaviota en guerra sabor de virgen agridulce en cierne costa desierta el viaje que regresa
ay quien crea entender la poesía la sombra en llama corazón de pie loca sombra la última sonrisa embestida del rayo el pronto amor sonora soledad candente claro la del pájaro en árbol lluvia al hombro la canción del desvelo en dulce rosa risa grana unos ojos verdes grises campo sin nombre corazón desierto mayo crudo en acecho un almendro sueño del agua rosa celestial alma bien podada una flor mujer rosa desnuda tú en mi cuarto plena mujer desnuda el alma de noche verdad desnuda el alba viva eterna desnuda estrella costa del ocaso la desnudez la gracia el verbo el ánfora
ay quien ose catar la poesía viento ardido el sol rosa y alto y puro viento alegre los salmos del riachuelo manso viento las almas de la aldea viento de amor el mar la maravilla luna partida sueño en agonía el silencio mordido por las ranas garzas pintadas de lunitas verdes torre abierta los sueños de paseo ala del mar soberbia amplia alegría tardo suspiro inmenso asombro vivo
ay quien piense pulsar la poesía río en la mar el hombre en sacro duelo el gran dolor el hombre enviajecido el hombre pequeñito de papel nacer entrenacer piedra viento ola fuego hombre vida sueño verdadero hombre solo el simple niño desandando el cuerpo un volumen un sistema una máquina un mapa negro un hueco negro sin tierras sin ojeras gesto reflejado arrastrado por el río dolorido en la arena sepultada más allá una frente un brazo el pecho un remolino de plumas un aullido una humedad morada asoleada cuerda cuerpo de Dios abandonado llama anaranjada luz negra arena quemada por el muro a lo largo del muro hierve sangra cayendo uno a uno serpiente ondulando aullando reverso de la luz para medir la exactitud del agua cada hombre contiene una palabra retenida en el interior de su pupila un canto inexprimido en su garganta un torrente de suspiros pasto de perros y de aves somos hombres calcinados cortezas vacías de lo que antes éramos y el mismo cielo, todo un hombrecito! agranda enigma tus portones entraremos de cabeza contra el dolor contra la muerte fuego encendido contra la noche oscura sombra antigua olvidado asombro que a las costas de la divina antigüedad nos ata no se entiende en verdad el mediodía en verdad de verdad tan solo enigma
A Andrea Cote Botero
ay quien te juzgue humana poesía se pierde o se gana un relámpago lluvia de palabras silenciosas bosque de latidos y esperanzas presagio peligro miedo la luna con gatillo arañar hasta rabiar sonreír debajo de los árboles aligerar los ríos y los soles la llagadura igual que de costumbre el amor la muerte la redención del hombre estancia sin salida lugar vacío espera ciega imposibilidad feroz de lo posible aúpa el sufrimiento armado mientras amaga un golpe que nunca inflinge busca volver de golpe el golpe enveta bolivarianas fragosidades en la línea mortal del equilibrio azular y planchar todos los trilces hasta apretarse duro duro el alma zurcir cada lindero cada almácigo los versos antisépticos sin dueño enigma solamente solo asombro
A Freddy Náñez
De: Sangre Zurcida (2008)
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