jueves, 16 de mayo de 2013

Aula Magna

Aula Magna Pablo Mora Aula Magna para abrir espacio a la circulación de nuestras ideas, nuestros diálogos, asambleas, proyectos; representaciones teatrales, manifestaciones artísticas, culturales, sociales, políticas o religiosas. Aula Magna para responder a la consolidación universitaria tachirense, a la progresiva interinstitucionalidad universitaria regional, pertrechada a través de iniciativas individuales, profesionales, grupales, económicas, intelectuales, científicas o artísticas. Aula Magna a modo de puerta grande, fronteriza, donde la vigilia creadora latinoamericana tenga plena cabida y acampe con sus propios sueños, es decir, con nuestra común historia y nuestro común mañana. Aula Magna porque paulatinamente San Cristóbal viene perfilándose como un Gran Ateneo, si reparamos en el significativo número de centros universitarios que se levantan sobre nuestra entidad federal, además de las innumerables iniciativas culturales de todo orden y excelencia que comienzan a ser rutina entre nosotros. Aula Magna, construcción o complejo arquitectónico inteligentemente ubicado, perfecta y proyectivamente diseñado, como para albergar el suficiente número de asistentes a las superiores convocatorias que se vayan presentando en ocasión del debate, la reflexión, el análisis, el estudio, la investigación y el planteamiento y disfrute cultural de nuestros proyectos, de nuestro proyecto. Aula Magna ante la imperiosa necesidad del aforo regional frente a una población ávida del último saber; de compartir los logros intermultidisciplinarios, artístico-científico-culturales de propios y extraños. Aula Magna o recinto de usos múltiples, complejo cultural que cuente con las máximas innovaciones del diseño contemporáneo, capaz de ser asiento de tanto fervor cultural como el que cada día aflora entre nosotros; al tiempo que signifique digna palestra en esta bella encrucijada latinoamericana. Aula Magna para responder a jornadas, ciclos de conferencias, simposios, congresos, seminarios, asambleas; para albergar actos cívico-culturales de alta significación; para las tantas esclarecidas clases magistrales de nuestras universidades. Aula Magna puesto que la cultura es universal y en ella todos hemos de tener cupo, valimiento, poder, máxime en esta hora de integración latinoamericana, donde infinitas serían las ocasiones de encuentro y reflexión entre nuestros pueblos, nuestra gente y sus mensajeros o embajadores culturales, dentro de los legítimos signos del saber, del crear, del crecer y el trascender. Aula Magna para ejercer a plenitud “los poderes creadores del pueblo”. Para vivir dentro de los grandes objetivos de la humanidad. Para servir a la vida, a la cultura de nuestro pueblo. Para el mundo de hoy y de mañana, con la gracia imponente de nuestras madrugadas, atalayas, insomnios, vigilias, trochas, atajos o caminos. Aula Magna para un nuevo comienzo. Para transformar la cultura de guerra y de violencia en una cultura de paz y tolerancia. Para forjar un mundo más digno y armonioso, un mundo de justicia, solidaridad y prosperidad. Una cultura de paz que haga posible el desarrollo duradero, la realización y satisfacción personal de cada ser humano. Aula Magna de una vez y para siempre. pablumbre@hotmail.com Pablo Mora

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