miércoles, 25 de abril de 2012

AL ALIMON Pedro Salinas - Pablo Mora Mientras haya en el mundo alguna puerta, una gota en el alambre o una lágrima en la estrella. Mientras haya alguna ventana abierta, ojos que vuelven del sueño, otra mañana que empieza. Mientras haya mar con olas trajineras, trajinando en alegrías, llevándolas o trayéndolas. Mientras haya un hombre asomado al tiempo, en orfandad encendido, alejándose y viniendo. Mientras haya lino para la hilandera, árboles que se aventuren y vientos para la vela. Mientras haya bosques que sueñen en árboles, cielos en sueño hombrecitos y amores en los amores. Mientras haya tanta fronda en la alameda, tanto pájaro en las ramas, tanto canto en la oropéndola. Mientras haya un colibrí mañanero, un suspiro, un alarido, un relámpago, un acecho. Mientras haya un mediodía que acepta alegremente su sino de ser la tarde que llega. Mientras haya un par de versos descalzos tras una luna desnuda al pie de un sol de venados. Mientras haya jazmines, claveles, rosas, que se marchen al ocaso y regresen a la aurora. Mientras haya polvo, barricada, fuego, turpiales de medio luto y soldados por el suelo. Mientras haya una mirada serena, un día que se va yendo y un recuerdo que se queda. Mientras haya celadas contra la muerte, delfines surcando el mar o un niño que el hambre lleve. Mientras haya lances, clarines, laureles, timbales y clarinadas, monteras sorteando muertes. Mientras haya pasos y pasos que dejan tan seguros como en mármol en la memoria sus huellas. Mientras haya trajes de luces, de seda, jardines en las vocales y gritos entre las piedras. Mientras haya amor, y amor que le quiera, vida que pide más vida o algún poema que vela. Mientras haya esperanzas y recuerdos, alguien buscando imposibles, enigmas bajo el misterio. Mientras haya en el mundo primavera, una nube que se va y un arrebol que se encienda. Mientras haya soles que al mundo lo alienten, trajines para el ensueño y amores para quien quiere. Mientras haya la querencia del poema, unos versos que amanecen, muchas palabras que esperan. Mientras haya un camino, una faena, un mugido, una luciérnaga, una palabra, una espera. Mientras haya memoria que le convenza a esta tarde que se muere e que nunca estará muerta. Mientras haya trasluces en las tinieblas, claridades en secreto, noches que lo son apenas. Mientras haya susurros por las estrellas, atardecer que pregunta, anochecer que contesta. Mientras haya tantas palabras que esperan, invenciones, clareando, amanecer de poema. Mientras haya alguien por la noche insomne, siendo el insomne el delirio, siendo la noche la insomne. Mientras haya alguien, diestro, toro, ruedo, una capa, una muleta, un capote, un burladero. Mientras haya un bramido, un rejoneo, lidia, muletazo, vara, algo nada más que siendo. Mientras haya ángeles que lleven cuernos, volcanes, rayos, tormentas, soles que afilen destellos. Mientras haya un camino para el tiempo, una lumbre para el hombre, una cuna para el viento. Mientras haya una brizna a todo ruedo, una arena a sol y sombra, un indulto en el pañuelo. Mientras haya sombras, sombras inventoras, penumbras en las barreras que hacen y deshacen formas. Mientras haya un Camborio, bien gitano, juego de sombra y arena, bajo una luna soñando. Mientras haya dos hacia el final a tientas, dos de frente hacia la tumba, dos hacia la muerte a ciegas. Mientras haya pena limpia, negra y sola, hermana de sueño ajeno, bajo el piafar de las horas. Mientras haya embestidas de la guerra, lirio crecido en castigo, madrugadas nazarenas. Mientras haya Albricias, Aldebaranes y Arturos para elevar Altaires en los mares. Mientras haya al alimón en corridas, al alimón con la noche, al alimón con la vida. Mientras haya alguien nada más que yendo al alimón, al quiebro, al cuarteo. Mientras haya lo que hubo ayer, lo que hay hoy, lo que venga. Pedro Salinas - Pablo Mora

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