viernes, 23 de julio de 2010

Antes que caiga un rayo desalmado








En los mares nocturnos de mi sueño
Las hablas sonorosas de esta sangre
Y no es la mía y sí la de la tribu
La de mi boca en otra boca, en otra.

La voz dictada, la mistela en mano,
Alumbraje del tiempo en la memoria,
Ramón David en palomar abrazo,
En voz alta la copa sospechada.

Polimnia bendiciendo asombro, insomnio,
En viento albado amanecer de bala.
Deshilvanados, juntos, inmortales.

Todos con los gatillos en el alma
Esperando a la vieja y sus pericos,
Lo más, lo más del corazón almado.

Valera, 3 de Noviembre de 2007





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