jueves, 29 de abril de 2010

VUELA LA VIDA






VUELA LA VIDA
Pablo Mora

El asunto es acompañar la vida
a sol y sombra, donde sea preciso;
saber de donde nos sacó el hechizo
y contar con la última embestida.

No importa el llanto o la final salida,
la vida es solamente el compromiso
de estar donde la vida misma quiso:
al lado de la vida de por vida.

Abundarán ventiscas y huracanes
al dar con el confín de nuestros días
cuando en batalla, casi como canes,

lidiaremos las propias agonías.
Disputarán, entonces, nuestros manes
llanto, grito, dolor y rebeldías.


Florecer libremente, éste es el éxito,
encontrar la grandeza en lo pequeño,
navegar entre mares levantiscos,
en la espuma de todos los misterios.

Irse cantando entre la luz, cantando
la indómita belleza de los días,
dejar que el viento cumpla sus destinos,
moverse, trasladarse, abrir banderas.

Rizar el agua, embellecer las horas,
quedarse en la altura y lo profundo,
en la puerta frutal de las veredas.

Vivir en prodigiosa fortaleza,
crear mil rutas, aventar caminos,
florecer libremente, éste es el sueño.


Vuela la vida como el sueño vuela.
Vuelan los días, los apremios vuelan.
Espacio, tiempo, glorias esperanzas,
de ventura en ventura, todo es vuelo.

Lo que es, eso fue ya, y lo que fue
eso será en soledad y vuelo.
Abrumado de alturas y estrecheces
de vuelo en vuelo se desplaza el sueño.

Soplo de viento en el estadio abierto,
el camino tremendamente largo
cabe en el vuelo de una golondrina.

¡Cuánto cansancio, soledad, desvelo,
cuántas horas de marcha, cuánto vuelo
andando, andando, andando, andando, andando!






No hay comentarios:

Publicar un comentario